Todas las FP se cancelaron porque el helicóptero médico no pudo despegar y se consideró la opción de comprimir calificación y carrera en un día. La historia podría salvar el GP de Argentina
Si todo salió bien, la carga que falta está volando hacia Argentina. Aterrizaría en Sudamérica por la tarde y, alrededor de las 18 horas, deberían llegar los ponentes al circuito, lo que permitiría a los equipos iniciar una auténtica proeza para preparar las motos y los boxes a tiempo para mañana por la mañana. Para intentar salvar el GP, se trasladaron los entrenamientos libres de todas las clases y el sábado, mientras que el domingo se mantuvo el programa.
El condicional es obligatorio, porque a la espera de una comunicación oficial, todo está en duda. Pero, ¿qué pasaría en caso de más retrasos? La historia siempre es buena maestra y el campeonato mundial tuvo que enfrentar un problema similar, en efectos pero no en causas, en 2013, en Japón.
Ese año fue el mal tiempo el que fue protagonista: la lluvia y la niebla asediaron el circuito de Motegi con la consecuencia de que el helicóptero sanitario no pudo despegar de emergencia. Condición necesaria para abrir la pista, que en realidad permanecía cerrada. Todas las sesiones de entrenamientos libres del viernes y sábado por la mañana fueron canceladas. Se tomó así una decisión sin precedentes, el sábado por la tarde, cuando mejoró la visibilidad, los pilotos salieron a pista para realizar un único entrenamiento que les sirvió tanto de entrenamientos libres como para determinar la parrilla de salida (para MotoGP fueron 75 minutos). El domingo, entonces, corrimos sin problemas.
Ese fin de semana fue bastante agitado y en un momento la Dirección de Carrera también planteó la hipótesis de poder concentrar el programa en un solo día. No había posibilidad de aplazar la carrera al lunes y por ello se pensó en un programa alternativo con calificación y carrera el domingo.
Una opción que también podría ser útil para Termas de Río Hondo, en caso de que aún haya retrasos en la llegada del material. Incluso en este caso, mover la carrera es imposible, porque el próximo fin de semana será el GP de Austin y los tiempos de transferencia son ajustados.
También hubo otro caso en el que MotoGP vio canceladas la FP4 y la clasificación. En Phillip Island, en 2019, el fuerte viento obligó a aplazar las dos sesiones al domingo por la mañana, pero la solución fue más sencilla porque Moto3 y Moto2 habían conseguido decidir su alineación antes de la interrupción.