Quartararo se lanza a la victoria, Bastianini por el suelo, Bagnaia se recupera en el último minuto, en Moto2 la Dirección de Carrera se lo pierde todo
En Portimao subimos y bajamos, en moto, en el campeonato, de la tierra al cielo y viceversa. Quartararo se escapa, gana, se tira a la piscina, baila, canta, toma un aperitivo y espera a los demás en la meta. El aire europeo le sentaba bien a Fabio, pero no lo era para todo.
En el festival de las oportunidades desperdiciadas, Bastianini vence levemente a Bagnaia, mientras que Rins se saca por la gorra rota. Honda decepciona, pero Dirección de Carrera lo hace peor en Moto2.
LO BUENO – El Quartararo cuando todo funciona como en Portimao: rápido, impecable. Un ejercicio de estilo tan limpio y natural que solo el cronómetro puede decir su superioridad. Fabio está esperando que Europa ponga sus cartas en la pista, ha visto una escalera real que hace temblar al resto de pilotos de la mesa.
LO FEO – Tantos dolores y pocas alegrías. En la mano para Bastianini, en el hombro para Bagnaia. Ambos chocaron en calificación, Enea repitió en carrera, Pecco en cambio prefirió una remontada que fue un rayo de luz en la noche. Ninguno de los dos, sin embargo, puede ser feliz.
EL MALO – “Escucha. Llueve de nubes dispersas”. D’Annunzio les había advertido, pero en la Dirección de Carrera estaban tan sordos como ciegos. Dejar que los ciclistas corran con neumáticos lisos sobre asfalto mojado es el bignami en lugar del controlador perfecto. que en cambio no chequea, se arriesga a enviar media fila al hospital y comienza una carrera que parece una farsa. Más de lo mismo, pero un poco demasiado esta vez.
LA DECEPCIÓN – Marc y Alex Márquez, acompañados de Pol Espargarò, en la estela, a pelear por un 6º puesto que algo vale solo en la tienda monomarca Hondpara. En las fronteras del imperio, como cualquier otra moto, al límite pero solo para ellos. Lo siento los pilotos, la derrota es de los ingenieros.
LA CONFIRMACIÓN – Hay un dicho que dice que los campeones también deben tener suerte, cualidad que a Celestino Vietti no le faltó en Portimao. Habiendo sobrevivido a la carambola, dejó la victoria de etapa a Roberts pensando en objetivos mucho más importantes. Desde este punto de vista, su 2º puesto, visto por todos los hombres de la clasificación en boxes, es un boulder.
EL ERROR – En cuanto a cantidad, las tres caídas de Segio García en los 15 minutos de clasificación, un récord difícil de superar. Por calidad (si se quiere llamar así) la de Miller que involucró a Mir. Sin embargo, son solo la punta del iceberg.
LA SORPRESA – De Malibu a Portimao, pasando por 76 carreras sin grandes satisfacciones. Para Joe Roberts, el intento número 77 fue el bueno. No tenía nada que perder y ganó, con la esperanza de que no tarde tanto en repetirse.
ADELANTAMIENTO – El video está abajo. Alex Rins sale 22 y… hemos perdido las palabras, las imágenes acuden en nuestra ayuda.
LA CURIOSIDAD’ – ¿Recuerdas a John Kocinski? Ganó su última carrera de 250 en 1990 en Australia. Hasta el pasado domingo fue el último piloto de barras y estrellas en hacerlo en la categoría intermedia.
TE LO DIJE – “Cuento con Joan Mir para la victoria”. Valentino Rossi en parrilla como espectador le había puesto la cara, lástima que Quartararo y Miller estaban en el área y querían gastarle una broma.