En la temporada de MotoGP ’22 Pecco Bagnaia realizó una espléndida remontada sobre Fabio Quartararo, recuperando 91 puntos y consolidándose como campeón del mundo. Durante los test de invierno reafirmó su supremacía con una Ducati Desmosedici GP ya sólida pero con margen de mejora. En Portimao subrayó que seguirá siendo el piloto a batir y pretende abrir una larga era de victorias. Probablemente no alcance los niveles de su maestro Valentino Rossi, pero tiene todas las credenciales para abordar el papel de ‘Leyenda’.
Pecco Bagnaia boom boom
El año pasado había empezado a «discutir» con su Ducati, le dio la vuelta al motor en la víspera de la primera vuelta en Losail, le tomó tiempo mezclarse con el paquete Ducati. Esta vez todo funciona a la perfección desde la primera carrera y no correrá el riesgo de perder terreno inicial. Gracias también al título de MotoGP que le permitió tener un papel central en el garaje, para «desviar» a los ingenieros en la evolución de la moto hacia sus características de conducción. Así lo demuestra el rendimiento en los tests de invierno y la doble victoria contundente en Portimao, con una pole position perdida por pura casualidad (64 milésimas de Marc Márquez).
Ahora es un piloto completo, concentrado, despiadado en su calma, confiado en sus propias habilidades. Valentino Rossi y la Academia han forjado un talento made in Italy como no se veía desde la época dorada del Doctor, capaz de inspirar con su sencillez. Si llegara a adquirir cierto carisma, sería una máquina de guerra mediática, un referente del deporte internacional, como atestigua el creciente consenso en las redes sociales. Por ahora se contenta con ganar y aprovechar el momento. “Todo funcionó a la perfección, la nueva moto se adapta muy bien a mi estilo de conducción, mejor que la anterior. Ahora descubriremos el nuevo formato en un circuito en el que no hemos hecho ninguna prueba, así que veremos las diferencias. El nivel seguramente será diferente porque sin las pruebas las brechas son un poco más grandes, pero ya veremos.“.
Estrategia de sprint y neumáticos de MotoGP
En vísperas del nuevo campeonato de MotoGP se temía que la Sprint Race pudiera barajar las cartas, romper el equilibrio entre Pecco Bagnaia, la Ducati y el ritmo de carrera. En cambio, el campeón de Chivasso se adaptó de inmediato al nuevo formato, física y mentalmente. “El nuevo formato es diferente y era la primera vez, así que todo el mundo estaba un poco estresado… Eso sí, en algunos circuitos tendremos que reducir un poco la carrera, esta pista no es muy exigente desde el punto de vista físico. Pero circuitos como Mugello o Austin lo son, así que tenemos que hacer algo al respecto.“.
Esta Desmosedici GP23 no ha dado grandes pasos en términos de potencia, pero ha ganado en manejo. La elección del medio en la delantera también fue acertada, frente al duro adoptado por el perseguidor Maverick Viñales. “No marqué la diferencia en la curva 1 porque había elegido el neumático que no era el mejor para frenar fuerte, pero era el mejor para hacer lo que prefiero en esta pista. Mejor para cerrar las trayectorias en las curvas rápidas, el neumático que elegí era mejor para esto. La elegí porque se adaptaba más a mi estilo de conducción en esta pista y la moto también se sentía muy bien.“.
La historia del jefe técnico Gabarrini
Velocidad, estrategia y un cuerpo técnico que trabaja por ósmosis son los ingredientes ganadores del éxito de Pecco Bagnaia con esta Ducati. Nunca olvides quién trabaja a su lado, empezando por el jefe de equipo Cristian Gabarrini, una figura histórica en el garaje desde los días de Casey Stoner, quien lo ha apoyado desde su debut en MotoGP con Pramac. “Soy muy franco y directo, al principio Pecco era muy quisquilloso.“, cuenta a ‘La Gazzetta dello Sport’.
Al principio tenía un estilo muy suave en las curvas, pero poco resolutivo en las curvas. “Empecé a martillarle en ese aspecto, porque en MotoGP si no frenas fuerte no ganas… Le dije que si era quisquilloso se había equivocado de jefe de mecánicos y nuestra historia terminaría mal. Me miró, luego se echó a reír y desde entonces todo ha cambiado. Empezó a trabajar con insistencia en la frenada que al final se convirtió en un desacoplador más fuerte incluso que Dovizioso“.
Foto: MotoGP.com