Después del destello de luz en el fin de semana de MotoGP en Argentina, Franco Morbidelli parece haberse desvanecido nuevamente. La Yamaha M1 sigue mostrando un retraso técnico considerable respecto a sus rivales, pero lo cierto es que Fabio Quartararo consigue algo más incluso con una moto no demasiado competitiva. El piloto de VR46 Academy tiene un contrato que vence a finales de año y dentro del próximo mes el fabricante de Iwata tendrá que aclarar su futuro.
El momento cuesta arriba de Morbidelli
Con la hipótesis de Toprak Razgatlioglu superada, hay pocos candidatos ideales para la YZR-M1 la próxima temporada. Lin Jarvis habría puesto su mirada en Marco Bezzecchi y Jorge Martin, pero ambos quieren seguir con la Ducati Desmosedici GP, conscientes de que el prototipo de Iwata está conteniendo la respiración en estos momentos. Morbidelli, subcampeón de la temporada 2020 de MotoGP, vive desde entonces un período decepcionante. En 2021 se perdió buena parte del campeonato por una lesión en la rodilla y en su regreso se encontró en el palco de fábrica en lugar de Maverick Viñales. Desde entonces ha entrado en un túnel del que parece difícil salir.
Negociación en curso con Yamaha
La carrera de Termas parecía un punto de inflexión, pero en cambio fue un caso aislado. En Austin, Jerez y Le Mans su puesto oscilaba entre el octavo y el undécimo puesto final, la sensación con la Yamaha no mejora, 40 puntos recogidos en los cinco Grandes Premios de 2023. Para el parón veraniego Lin Jarvis quiere tener las ideas claras sobre el próximo campeonato y tendrá que decidir qué hacer con el ítalo-brasileño. El camino hacia la renovación anual parece el más probable. “Cuando hablo con los japoneses y los muchachos de mi equipo, definitivamente siento que, especialmente después de la última parte de la temporada pasada y este comienzo de temporada, la confianza es mucho más fuerte.“, Franco Morbidelli dijo a ‘Autosport’. “Pero al mismo tiempo, tengo que seguir adelante, tengo que seguir empujando“.
Hacia la renovación anual
Está prohibido bajar la guardia, porque para el pupilo de Valentino Rossi podría ser la última oportunidad de hacerse un hueco en un equipo oficial. La consigna es ‘no se asuste’. Una cierta confianza reina en torno a Franky: “Tengo mucha, mucha confianza en mis medios. Las adversidades que tuve el año pasado me hicieron mejor persona y mejor conductor“. Fabio Quartararo no está lejos, sigue siendo el primer piloto a batir y el referente para entender su verdadero potencial, con una moto que tiene demasiados defectos. Hasta que no haya blanco y negro todo seguirá siendo posible. “Hasta que no estés seguro de tu futuro, siempre tienes algunas dudas.“ concluyó Morbidelli. “Pero no tanto“.