Velocidad, consistencia y conciencia: Francesco Bagnaia ha madurado aún más desde la temporada 2022 de MotoGP, cuando ganó su primer título mundial en la categoría reina. Tras el último triunfo en Assen se va de vacaciones con 194 puntos, +35 de su directo perseguidor Jorge Martin y 36 sobre Marco Bezzecchi. En los ocho primeros Grandes Premios ganó cuatro carreras «largas», tres «sprints» y una serie de podios que confirman que sigue siendo el piloto a batir. La calificación sigue siendo su punto fuerte, una característica significativa con el nuevo formato Top Class: 3 poles, 4 veces en la primera fila en las primeras ocho carreras. Solo en Jerez partió desde la quinta plaza.
Bagnaia buque insignia de la Academia VR46
Lástima por algunos errores de más los domingos en Termas, Austin y Le Mans, sin los cuales tendría una seria hipoteca sobre el Campeonato del Mundo. Pese a todo, domina la clasificación general y mira con desdén a sus rivales. “El año pasado estaba persiguiendo, este año estamos en una situación diferente. Ciertamente desperdiciamos algunos puntos, pero ser la referencia es algo que me da gusto y me empuja a mejorar. Tener tantas motos rápidas cuesta dinero, pero es una competición que te motiva mucho y te hace querer dar cada vez más“.
Un momento de gracia para Francesco Bagnaia y para los alumnos de la Academia VR46 de Valentino Rossi. El proyecto del campeón de Tavullia, emprendido hace poco más de una década, está viendo madurar sus frutos. Gracias también a un paquete altamente competitivo y ganador como el de la Ducati Desmosedici. “Valentino ciertamente me ayudó mucho el año pasado, le pregunté mucho, basé mis elecciones en lo que me dijo y sigo haciéndolo porque es fundamental.“, admitió el piamontés a Sky Sport. Todavía es pronto para pensar en el futuro post-carrera: “Cuando te detienes tienes un poco de miedo de que la gente olvide lo que hiciste“. Por ahora, es mejor pensar en marcar la estela triunfal…
Foto: MotoGP.com