Fabio Quartararo dudaba si operarse o no tras el accidente de Malasia, donde sufrió una microfractura en un dedo y una laceración en el pecho. Nada que le impidiera luchar por el título mundial hasta la última prueba en Valencia contra la Ducati de Pecco Bagnaia. El piloto francés ha valorado la posibilidad de operarse de cara a la próxima temporada de MotoGP, pero no será necesario, ya que se ha recuperado perfectamente al cabo de un mes. Por lo tanto, estará en las mejores condiciones antes de la primera prueba oficial de 2023 en Malasia, programada para principios de febrero.
Una temporada de MotoGP muy complicada
Seguramente no es la lesión la que condicionó la temporada de Fabio Quartararo, que apretó los dientes hasta el último Gran Premio de Valencia. En Sachsenring tenía una ventaja de 91 puntos sobre su rival Ducati, diez carreras más tarde se encontraba a -17 del nuevo campeón de MotoGP. Aunque los problemas eran principalmente de carácter técnico, culpa de una YZR-M1 que no ha avanzado en el motor de 4 cilindros en línea en los últimos doce meses, ha decidido renovar con Yamaha hasta 2024. En una entrevista en el canal de YouTube de Manuel Pecino, el piloto de Niza repasa algunas etapas del Campeonato del Mundo que ya ha dejado atrás. “Me sentía solo luchando contra el mundo. Había cuatro Yamaha en pista, pero tanto el equipo satélite como mi compañero tenían muchos problemas. Fue difícil encontrar el límite“.
En el GP de Misano de septiembre entendió que sería complicado defender el trono de MotoGP. “El año pasado estaba tres segundos detrás de Pecco y terminé segundo. Este año terminé cinco segundo y fui quinto. Fue muy frustrante porque di el 100% y en ese momento me di cuenta de que estábamos demasiado lejos.“. La alta dirección de Yamaha admitió que, tras experimentar problemas de fiabilidad con el nuevo motor 2022, tuvieron que homologar la versión anterior. Convencer a Fabio Quartararo para renovar su contrato no fue fácil. “Este año rodé mejor que el año pasado pero hubo momentos difíciles. Esto me llamó la atención, me subí a la moto con menos ganas que en años anteriores. Subconscientemente lo notas cuando no te gusta. He hecho muchas carreras que no disfruté.“.
Quartararo y la nueva etapa de Yamaha
Una vez más el campeón francés lamenta las sensaciones que tuvo con la M1 de 2019, sobre todo en cuanto a agilidad en los cambios de dirección y en las curvas. Puntos fuertes que Yamaha fue perdiendo poco a poco, bajo el avance de Ducati y Aprilia que llenaron el hueco. “Es triste decirlo, pero la moto de 2019 es la mejor y no creo que los chicos de Ducati o Aprilia sientan lo mismo. Por la forma en que comenzamos el año, no esperaba ganar una sola carrera.“. La firma del contrato se produjo gracias a las garantías ofrecidas por el fabricante Iwata y la entrada en el cuerpo técnico del ingeniero Luca Marmorini, experto en motores tanto en Fórmula 1 como en MotoGP (con Aprilia). De hecho, el prototipo con el que ganó el Campeonato del Mundo de 2021 ha cambiado de carácter, pasando a ser menos suave y menos exigente que un estilo de conducción más difícil y físico.
Sin embargo, en el test de Valencia del pasado 8 de noviembre, la nueva especificación del motor no confirmó las buenas sensaciones del anterior test de Misano. Aún así se aprecian factores positivos para seguir esperando volver a ser campeón mundial. “La mentalidad está cambiando, por eso renové. pero en estos (adeudado) años tienen que demostrarmelo“, concluyó el subcampeón de MotoGP. A partir de la temporada 2023 llegarán las Sprint Races para darle más sazón al formato MotoGP, tras un primer periodo de dudas solo queda aceptar y prepararse tanto física como psicológica y técnicamente. “Siempre pensamos que no tenemos que hacer tantas carreras por el tema de las lesiones, pero al final el riesgo es el mismo para todos. Habrá que adaptarse. Para un aficionado es espectacular, para nosotros no será fácil“.
Foto: MotoGP.com