Solo tres GP al final de la temporada y muy pocos puntos de margen. Fabio Quartararo sabe muy bien que se enfrenta a una empresa quizás no imposible, pero definitivamente más difícil de lo que esperaba. La ventaja que había acumulado en la primera parte de la temporada, conservada con tanto esfuerzo, ahora se ha disuelto casi por completo. La amargura del GP de Tailandia, en el que su margen quedó prácticamente anulado, derivó también en el silencio de prensa posterior a la carrera (mitigado por un mensaje en redes sociales) y la cancelación de su cuenta de Instagram. Además de una ausencia genérica del resto de redes sociales para recargar pilas, de cara al auténtico asalto final. Quartararo, que más o menos ha digerido aquella decepción, ya está preparado para volver a lanzarse a la palestra.
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El trasfondo en Australia
Cinco Grandes Premios en Phillip Island para él, claramente todos disputados antes de la pandemia que provocó su parón en los últimos dos años. Sin embargo, no se puede decir que la pista de Melbourne le fuera especialmente amable en aquellas ediciones. En 2015, año de su debut mundial, tuvo que abandonar la carrera por unas molestias en el tobillo, consecuencia del golpe de Misano unas semanas antes. Al año siguiente cerró con un puesto 12 sin infamia y sin elogios, en 2017 en cambio en Moto2 cerró prematuramente por un accidente. La edición de 2018, temporada que Quartararo siempre señala como el punto de inflexión tras el P22 de Argentina, finaliza con un 10º puesto en la carrera. En 2019, año del último GP de Australia hasta el momento, el joven piloto francés debuta en MotoGP, pero es abandonado por causas ajenas a él. Petrucci un poco más atrás es el protagonista de un highside, en la carambola el piloto de Terni acaba encima de la moto de Quartararo, provocando su caída y obligándole así a retirarse.
Quartararo al ataque
El actual campeón de MotoGP tendrá que cambiar de táctica: se necesitará algo más de riesgo, limitar el daño puede que ya no sea suficiente. Por supuesto, si M1 lo permite, pero después de la decepción en el GP de Tailandia, el piloto de Niza tiene más motivación. Tres GP pueden ser pocos, pero también muchos dado que los oponentes que ya no paran, Bagnaia en particular. Pero Quartararo también quiere el título de 2022 y hará todo lo posible para asegurarlo. “Después de Tailandia, me concentré en prepararme para este final de temporada”, subrayó la Yamaha #20. “Pasé la semana entrenando, las próximas dos carreras son consecutivas y muy importantes, pero no estoy preocupado. Ahora estamos empatados: tendremos que dar lo mejor de nosotros, trabajar bien juntos y acumular la mayor cantidad de puntos posible”. Habrá que invertir la tendencia en una pista en la que nunca ha brillado, pero Quartararo está preparado para el reto.
Foto: motogp.com