Enea Bastianini sorprendió a todos en la temporada de MotoGP 2022. Victoria en su debut, bis en Texas sobre la tierra batida de Marc Márquez, tercera victoria en Le Mans tras un adelantamiento relámpago a Pecco Bagnaia. Y de nuevo, 2º puesto en su Misano seguido de victoria en el MotorLand de Aragón, un 2º puesto final en Sepang. En Valencia, la octava posición en meta le valió oro, lo que le permitió cerrar el Mundial en 3ª posición, por detrás de Bagnaia y Quartararo y desbancando al veterano Aleix Espargarò.
Una temporada promocional de MotoGP
Una vez más Ducati nos ha visto acertados en la elección de sus pilotos. Jorge Martín parecía predestinado para el ascenso al equipo de fábrica, con una promesa verbal que luego fue retirada en favor del ciclista de Romaña. La ‘Bestia’ tuvo la “suerte” de empezar la temporada de MotoGP con una Ducati Desmosedici GP21, que progresivamente ha ido recibiendo actualizaciones durante el campeonato. Mientras el resto de rojos oficiales tenían que ultimar detalles, Enea empezó con fuerza enseguida, llegando a la primera etapa europea con ya dos victorias en la maleta. No solo ganó, sino que emocionó con emocionantes duelos junto a Pecco Bagnaia, quien será su compañero de box a partir del próximo año. Y en 2023 podría dar un paso adelante, o incluso despegar.
Mudarse a la fábrica de Ducati es una oportunidad soñada para toda la vida, un trampolín que no debe perderse. En la migración a Red perdió al jefe de equipo Alberto Giribuola que se unió a él en los dos años anteriores de MotoGP, encuentra a Marco Rigamonti que ha colaborado con Johann Zarco en Pramac en los últimos años. A su alrededor, Enea Bastianini tendrá lo mejor desde el punto de vista técnico y de ingeniería, cada pieza en el lugar correcto para aspirar al título mundial. Todas las posibilidades estarán en su muñeca, no hay coartadas, especialmente en una era en la que Ducati ha cavado una gran brecha técnica con sus rivales. Pero no todo lo que reluce es oro…
Ducati presión interna
En Gresini Racing pudo competir sin demasiada presión psicológica. Nadie le “ordenó” ganar y Bastianini asombró a todos, desde Nadia Padovani hasta la alta dirección de Borgo Panigale. Ahora estará “obligado” a ganar, a dar apoyo a los técnicos de Ducati. Las sesiones de práctica libre también se utilizarán para probar nuevas piezas y no siempre será posible concentrarse inmediatamente en la configuración y el rendimiento puro. A Eneas se le pide un salto de calidad, deportivo y mental. En la otra esquina del garaje estará el vigente campeón Pecco Bagnaia, un personaje bastante tranquilo y diplomático, pero en la pista no nos darán ningún descuento. Bagnaia quiere reconfirmarse, Bastianini apuntando a su primer título de MotoGP.
Sin mencionar que Jorge Martín recibirá un trato igualitario y querrá demostrar que el fabricante emiliano se equivocó al no elegirlo… Presión del otro y de los costados, para la ‘Bestia’ promete ser una batalla psicológica primero y luego uno atlético. Si logra hacer el siguiente “clic” psicológico, el juego habrá terminado. Porque en un equipo de fábrica, sobre todo en Ducati, no hay mucho tiempo para adaptarse.