Enea Bastianini ha sabido abrirse camino desde su debut en el Mundial, con tres podios en la primera temporada en Moto3 (2014), primera victoria en el segundo año (tercer puesto), subcampeonato en la temporada 2016. En 2019 llega el debut en Moto2, al año siguiente es campeón del mundo y accede a MotoGP. En 2022 terminó tercero en la clasificación detrás de los grandes nombres Pecco Bagnaia y Fabio Quartararo, a partir de la próxima temporada será un piloto de fábrica de Ducati con un solo objetivo: convertirse en el campeón de la Clase Superior.
Enea Bastianini y el debut mundial
La victoria en Losail el pasado 6 de marzo fue reveladora, cuando se encendió una luz de alerta entre la alta dirección de Borgo Panigale, empeñada en ascender a Jorge Martín al equipo oficial para 2023. Los éxitos en Austin y Le Mans aclararon ideas y pusieron fin a el escrutinio, y de nuevo la victoria de Aragón que confirma que la decisión de la empresa fue la correcta. Finalmente, el empujón ganador llegó a Valencia, con los adelantamientos de Aleix Espargarò y Aprilia. Durante el podcast de Red Bull ‘Experiment 36’ habla de su larga aventura que le llevó desde su debut a vestir el rojo de fábrica de Ducati.
Una carrera que empezó como un juego o por arte de magia…”A los tres años mi padre me llevó a un taller de motos… A los siete años empecé a correr y entendí que podía convertirse en un trabajo, que podía hacerlo bien. La piedra angular en 2013 en la Rookies Cup que me lanzó a Moto3. En 2015 gané mi primera carrera en Misano y me di cuenta de que podía convertirme en campeón del mundo.“. Una escalada que requirió muchos sacrificios y momentos difíciles, como salir tarde con los amigos. “Siempre tuve que tener mucho cuidado con mi alimentación, pero no me arrepiento. En 2017, por primera vez, pensé en dejar las carreras. No me encontraba bien, no podía ser rápido, en Mugello hasta me puse a llorar. fue el peor momento de mi vida“.
MotoGP lágrimas, amor y aficiones
De lágrimas de desesperación a lágrimas de alegría, cuando ganó la Copa del Mundo 2020″,Ser campeón del mundo siempre ha sido mi aspiración. A pesar de la época de Covid fue una gran experiencia, nadie podía venir, me encontré celebrando solo con los miembros del equipo, fue muy extraño.“, dice Enea Bastianini. Luego la alegría de la primera victoria en la categoría reina: “La última vez que lloré delante de alguien fue en Qatar, cuando gané mi primera carrera de MotoGP“. Nunca le ha faltado el cariño de amigos y familiares, incluida su inseparable novia Alice Ricci. “Las personas más importantes para mi crecimiento han sido mi padre y mi madre, siempre me han apoyado mucho desde que comencé a competir… El amor juega un papel muy importante en mi vida, porque para llegar a donde quieres necesitas gente que te quiera.“.
La vida del piloto de Romaña, que cumple 25 años a finales de diciembre, también se compone de aficiones ajenas al motor, pero no al fútbol. “Estoy totalmente negado con el fútbol, mis padres me habían inscrito en una escuela de fútbol cuando era niño, pero hice todo lo posible para no jugar. La única vez que toqué la pelota se fue a otro lado… Pero mi talento es hacer panqueques.“. ¿Y si tuviera que elegir otra disciplina fuera de MotoGP? “Me gustaría correr motos de motocross o vehículos de cuatro ruedas, pero todavía algo en el campo de los deportes de motor.“.
Foto: Facebook @Bestia23