Hace un año Marc Márquez afrontaba el Gran Premio de Italia con la mente puesta ya en Estados Unidos, a donde volaría dos días después para la última operación de su brazo. Esta vez el múltiple campeón de MotoGP llega en un estado físico y anímico diferente: está en plena forma y también a nivel psicológico vive uno de los mejores momentos de su vida tras su noviazgo con Gemma Pinto. La única incógnita sigue siendo Honda y su futuro.
El futuro de Marc Márquez
En los últimos días se han intensificado los rumores sobre su posible aterrizaje en Ducati en la temporada 2025. La hipótesis fue desestimada inmediatamente por la alta dirección de la empresa de Borgo Panigale, pero no por el campeón de Cervera. Honda sigue siendo el plan A, pero todo dependerá de los resultados en este campeonato y de la evolución técnica del RC-V. En Le Mans luchaba por el podio, a pesar de varios problemas, pero una caída frustró sus esperanzas. Además, antes de pensar en el futuro todavía hay tiempo y muchas carreras. “Sigo creyendo en Honda, estamos en un momento complicado y tenemos que luchar para estar al nivel de nuestros rivales“, admitió Marc Márquez en la víspera de la ronda de Mugello. “Actualmente estamos en 2023, el próximo año consideraremos 2024, tenemos mucho tiempo. Así que seamos pacientes“.
La muestra presente
Sonriente y con ganas de volver a subirse a su Honda, así se presentaba el fenómeno Honda en la Toscana, escenario de la sexta prueba de MotoGP. En las últimas tres semanas el #93 ha aprovechado para descansar, recargar pilas, rodar mucho. Inmediatamente después de la etapa de Le Mans, voló a Marruecos para celebrar el cumpleaños de su media naranja Gemma Pinto. “Para ser honesto, estoy en un muy buen momento en mi vida personal. Me estoy divirtiendo mucho, estoy feliz y eso es lo importante. Para ser rápido y hacerlo bien en tu vida profesional, también tienes que ser feliz y estable en tu vida privada, así que estoy muy feliz.“.
Lesiones y Honda
El catalán ha compartido varias fotos y vídeos en sus redes sociales, tanto con su novia como encima de una moto. Desde correr en Aragón Motorland con su CBR 600 RR hasta sesiones de dirt track y motocross. “Descansar me vino bien, entrené en la bici y volví al ritmo“, continuó Marc Márquez. “Da igual la experiencia que tengas, cuando te quedas tanto no consigues coger el ritmo, a ver si aquí en Mugello cogemos un buen impulso y empezamos con buen pie“.
Las lesiones en el húmero y el pulgar ya son cosa del pasado, el único gusano sigue siendo la forma de su bicicleta. “Tenemos la misma moto de Le Mans. Han pasado tres semanas, pero no ha habido tiempo para hacer algunos de los cambios que hemos solicitado.“. Habrá que esperar a los cambios tras el parón estival, las tres próximas carreras serán decisivas para los aspirantes a campeón: “Entonces sabremos si habrá sentencia o aún alguna posibilidad“.