Remy Gardner ya piensa en su futuro post MotoGP, después de tan solo una temporada pilotando la KTM RC16. Ni siquiera el tiempo de aclimatar que las necesidades del mercado y de la marca le han recortado, pese a que llegó con el título de Moto2 en su tarjeta de presentación. Solo consiguió diez puntos en la clasificación del campeonato, a la par de su compañero de box Raúl Fernández, que se ha hecho un hueco en la Aprilia RNF para el año que viene. Desde que el fabricante de Mattighofen anunció la separación, la cabeza del piloto australiano ya está en WorldSBK y en la Yamaha GRT, que probará por primera vez del 13 al 15 de diciembre en el circuito de Jerez.
Gardner jr. Hacia la despedida de MotoGP
Último fin de semana de MotoGP para Remy Gardner en Valencia, para volver a verlo en acción habrá que esperar del 11 al 13 de septiembre a la primera prueba sobre la R1. La esperanza es que antes de esa fecha pueda probar la moto de Iwata con Pirellis, para familiarizarse con los nuevos neumáticos. Sus resultados en el campeonato de MotoGP no vienen dictados solo por la inexperiencia, sino también por los problemas técnicos de una KTM RC16 que aún no está lista para dar un paso más. “No es divertido, no es bueno“, admitió en una entrevista con Crash.net. “No tenemos agarre, me sentí como si estuviera en el hielo… Honestamente, ya no me importa nada“. Cualquier problema relacionado con el prototipo austriaco dejará de ser asunto suyo a partir del domingo por la tarde tras el GP de Valencia. “Siempre he dado el 100%, lamentablemente no creo que haya sido lo suficientemente bueno para su estándar. Mi intención era quedarme aquí y dar lo mejor de mí. En realidad mi corazón se rompió“.
El agotamiento en Sepang
Entre los recuerdos que traerá consigo y una de las mejores imágenes de esta temporada única de MotoGP está el increíble desgaste que hizo durante uno de los entrenamientos libres en Sepang, mientras entrenaba para la salida. Gardner sobrecargó la llanta de lluvia y la llanta no aguantó, rompiendo el armazón antes de entrar al pit lane. “Una vez que salí, no dejaría de hacerlo. Pensé que al menos debería divertirme un poco. La goma se rompió en los últimos metros antes de entrar en el pitlane. Esto llegó a los libros de historia como uno de los agotamientos más rápidos, ¡al menos para mí!“.