La Ducati Desmosedici que hoy domina el campeonato de MotoGP tiene sus raíces en la Ducati que hace más de una década estaba en manos de Loris Capirossi y Troy Bayliss. Francesco Bagnaia, tras conquistar el título de 2022, se ha embarcado hoy en una escapada que probablemente le conducirá al segundo campeonato del mundo consecutivo. De cara al Gran Premio de Cataluña, me viene a la mente la victoria de Capirex el 15 de junio de 2003: «Un momento histórico para Ducati y para mí… Gané una BMW y se la regalé a mis mecánicos para agradecerles».
Ducados desde Capirossi hasta Bagnaia
2003 fue el año de debut de Capirossi con Ducati, ya desde los tests de invierno surgieron buenas sensaciones. 4º puesto final en la clasificación, con cinco podios y una victoria. “Fue un gran primer año. Y para mí una especie de venganza: Ducati se había puesto en contacto con varios pilotos, pero aprovechó la oportunidad y creyó inmediatamente en ella.“, cuenta a ‘La Gazzetta dello Sport’. Una apuesta valiente para trabajar con una empresa que tenía una trayectoria ganadora en Superbike, pero aún no en la categoría reina.
Una casa todavía «artesanal» pero «con las ideas claras», firma que llegó gracias a las «infiltraciones» de su gerente Carlo Pernat. Es cierto que Loris sólo consiguió una victoria en aquella temporada de MotoGP, pero muchas veces estuvo en la lucha por los primeros puestos. Una auténtica espina clavada para los fabricantes japoneses… y para Valentino Rossi. En Barcelona el Doctor se equivocó dejándole el campo abierto al triunfo…”Valentino frenó mal, se fue fuera y entendí que era mi gran oportunidad. Se recuperó, pero no pudo atraparme.“. Y en el podio los pequeños desacuerdos habituales, con Pesaro que dijo «alguna chorrada suya… Dijimos mucho, en la amistad, en esos años”.
Después del título mundial de Casey Stoner en 2007, al que siguieron años difíciles, incluido el período de dos años de Valentino Rossi, que luego se vio obligado a dar marcha atrás en Yamaha, hoy Ducati es la gran protagonista del Campeonato del Mundo. Francesco Bagnaia es el talento destinado a escribir páginas de historia para la marca emiliana y MotoGP. “Es un piloto completo, maduro, muy rápido en todas las condiciones. Estamos en la mitad del campeonato y puede pasar cualquier cosa, pero Pecco tiene lo necesario para ganar el segundo Mundial“.
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