A sus 38 años, la estrella de Ducati, Álvaro Bautista, es el piloto de Superbikes más longevo, pero vive su segunda primavera mundial. Tras el título de MotoGP con Pecco Bagnaia, que llenó un hueco de 15 años de la marca emiliana, el piloto español resarce y cubre el hueco en las derivadas de producción que venía teniendo desde 2011, cuando fue Carlos Checa quien dio el último título de SBK. Después del título mundial de 2006 en la clase 125, este es su segundo sello y está acreditado para el trío en la temporada 2023.
Bautista y el renacimiento en Superbike
Álvaro Bautista amplió su contrato con el equipo oficial Aruba.it Ducati en junio hasta el final de la temporada 2023. Una confianza temporal que espera volver a renovar para mantenerse en los niveles más altos en el umbral de los cuarenta. El triunfo en el Campeonato del Mundo de Superbikes es una gran satisfacción personal, pero también una bofetada moral para aquellos que no creían en su vuelta al sillín de la Panigale V4R tras sus decepcionantes dos años con Honda. Para muchos, era un atleta de ruta al atardecer, difícilmente podría haberlo hecho mejor que Scott Redding. En cambio, una vez más, la alta dirección de la empresa acertó.
En retrospectiva, queda cierta amargura por no haber cobrado lo que merecía en la categoría reina. Primero con Suzuki, luego con la satélite Honda, con Aprilia y finalmente con la Ducati Aspar, nunca ha tenido una moto verdaderamente competitiva para mostrar todo su calor. “Creo que en MotoGP me faltó algo para mostrar mi potencial. Pero no me puedo considerar desafortunado… porque soy piloto y solo vivir esta vida era un sueño para mí, he tenido grandes éxitos y malos momentos, pero es parte de la vida. Tal vez me perdí el título de 250 y luego una moto competitiva en MotoGP. No sé si hubiera ganado, pero hubiera sido lindo tener esa oportunidad.“.
Ese sueño llamado MotoGP…
En 2016 empezaron a mejorar los resultados del prototipo de Noale, se acercaba el top 5, pero lo echaron…”Pensaron que tenían una bicicleta maravillosa, mientras que el problema eran los ciclistas. Tiempo después el director técnico Romano Albesiano me dijo que se habían equivocado, me hubieran querido de vuelta para 2018, pero ya le había dado mi palabra a Aspar“. Tras dos años con la Desmosedici y definitivamente el capítulo en MotoGP, Álvaro Bautista da el salto a Superbike y en el primer intento parecía que podía llegar al Mundial.
Diez victorias consecutivas, Jonathan Rea estaba contra las cuerdas, pero en la segunda mitad del campeonato sucedió lo impensable…”La verdad es que al principio no sabía lo que hacía, era muy fuerte sin entender por qué.“, reconoce a ‘La Gazzetta dello Sport’. “Luego, la falta de experiencia, algunas elecciones técnicas equivocadas, algunos de mis errores hicieron que perdiéramos la sensación. En un momento también me delató la idea de que, si ganaba el título, volvería a MotoGP. Si volviera a ese mundial no lo perdería“. El sueño de MotoGP sigue abierto en el cajón y, tras ganar el título de SBK, estaría bien poder realizar una prueba premiada a lomos de la Ducati Desmosedici. “Me parece una moto muy divertida. Sería un buen regalo de Dall’Igna“. La carta a Santa ha sido enviada.
Foto: Instagram @abautista19