“No es que me faltara confianza en la frenada: el problema estaba detrás. En determinados momentos no pude aguantar. Sigo tercero en el mundial pero no veo el vaso medio lleno”
Del primero al tercero en el campeonato mundial. Enea Bastianini no está nada satisfecho con su décima posición, fruto de varios errores y una salida desde atrás. Probablemente con mejor preparación podría haber hecho otra carrera, pero el tiempo disponible para la puesta a punto fue el que fue, para todos, debido al retraso en la llegada del avión de carga. Y es inevitable que, en casos como este, sean los pilotos menos experimentados los que sufran.
“No me fue bien, fue una carrera muy difícil, no estaba bien con la moto – admite Eneas, que añade – Lamentablemente perdí el sentimiento, en esta carrera aquí no entendimos nada”.
Ve negro, Bastianini. Inútilmente consolado por su manager, Carlo Pernat, que le insta a ver el vaso medio lleno.
“Pero no puedo ser feliz – sucede – Me estaba recuperando pero estaba demasiado colgado y cometí errores. Es un fin de semana para olvidar”.
La culpa es sin duda del poco tiempo del que se dispone para preparar el Gran Premio.
“Seguro que correr más hubiera marcado la diferencia, tuvimos muchos problemas y no pudimos llegar a la meta. Sin esos errores en carrera hubiera ido un poco por delante, pero igual no hubiera sido un buen fin de semana”.
Sin embargo, Bastianini está hoy a solo 9 puntos de la cima, detrás de Aleix Espargaró y Brad Binder y en igualdad de puntos con Alex Rins.
“Ser tercero en el mundial siempre sirve, claro. No es que me faltara confianza en la frenada: el problema estaba detrás. En algunos momentos no podía aguantar, en cuanto hacía un poco más no podía mantener la parte trasera alineada. Puedes decir lo que quieras, ahora no veo el vaso medio lleno”.