Enea Bastianini correrá su primera temporada de MotoGP con la fábrica Ducati, una posición ganada al final de un campeonato de 2022 más allá de todas las expectativas. Jorge Martín parecía predestinado a ocupar el lugar de Jack Miller, en cambio el corredor de Romaña asombró desde la primera carrera con una victoria en Losail. Hay cinco días de pruebas disponibles para familiarizarse con la Desmosedici GP23 y la nueva plantilla, a partir del 24 de marzo será el momento de ponerse serios y empezar con fuerza ya mismo para perseguir el trono de la Top Class.
Bastianini y sus inicios sobre las minimotos
Enea Bastianini se subió por primera vez a una moto a los tres años y medio. “Mi primera mini moto fue roja, luego siempre tuve motos de diferentes colores, volver al rojo será una gran aventura“, dice en una entrevista para su patrocinador GIVI. “Cuando vi la primera mini bici en un taller me quise subir a toda costa, mi padre me tuvo que llevar a Cattolica, le monté las ruedas al costado porque no sabía ni andar en bicicleta. No he parado desde entonces, siempre lo he vivido como un deporte, nunca lo he tomado como un trabajo hasta que llegué al mundial de MotoGP. Entendí que además de pasión, se necesitaba compromiso y dedicación para conseguir lo que quería. El título mundial en Moto2 ha llegado y ahora toca intentarlo en MotoGP“.
El salto a la factoría Ducati
Durante la votación con Jorge Martín, Ducati quiso mantenerlo alerta hasta finales de agosto. Tener una GP21 con algunas actualizaciones dio sus frutos sobre todo en la primera parte del Mundial, que por momentos también marcó la clasificación de pilotos. En la final arrebató un excelente tercer puesto al veterano Aleix Espargarò con Aprilia. Era verano cuando llegó la llamada telefónica del gerente general Luigi Dall’Igna: “Regresaba del mar, mientras iba en mi moto escuché vibrar el teléfono. Vi que era Gigi y me dijo ‘Hemos decidido pasarte al equipo interno’. Inmediatamente llamé a mi novia, a mis padres, inmediatamente celebramos, un día único.“.
Un sueño hecho realidad, emocionante vivir la presentación oficial en los Dolomitas. Pero vestir los colores oficiales no es suficiente para estar satisfecho. Entrar en el box Ducati significa más presión y sin coartada, hay que ganar sin peros. “Todos los pilotos están muy bien preparados, las motos son muy equivalentes, MotoGP es una categoría muy difícil. Creo que tuve la situación adecuada para llegar aquí, Ducati creyó en mí, depende de mí corresponder con los resultados.“, continuó Enea Bastianini. La adaptación podría llevar algún tiempo, hay disponible un contrato de dos años para planificar el asalto al título. “El método se ha mantenido bastante invariable respecto al año pasado, ya estaba en un entorno Ducati. Lo que cambia es ver tanta gente que tienes que involucrar y explicar todo en detalle para ayudar a desarrollar la moto y ser rápido desde la primera carrera.“.
El nuevo reto de MotoGP
Será un campeonato más complicado por un calendario con 21 GP y la introducción de Sprint Races. Sobre todo, los últimos dos meses de la temporada 2023 serán apretados, sin posibilidad de poder irse a casa por encuentros cercanos. Sus amuletos de la suerte, su familia y su novia Alice, no siempre podrán estar cerca de él. “Empieza a ser difícil para mi familia y mi novia seguirme a todas las carreras. Son mi referencia, mi base con la que me relaciono cuando estoy en forma y en los momentos más difíciles“. No hace falta preguntar cuáles son sus objetivos, solo necesita trabajar de la mejor manera para lograrlo. “Siempre soy muy exigente conmigo mismo, pero es fundamental divertirse y sacar el 100% en cada evento. Tendré que trabajar más en este punto y el resto seguirá en consecuencia. ¿El primer oponente a vencer? Definitivamente será Pecco“.