Alex Márquez, ya dos veces campeón del mundo, pasó sus tres primeras temporadas en MotoGP con Honda. En 2020 da el salto al equipo Repsol Honda, aprovechando la temprana despedida de Jorge Lorenzo, prueba que le permite alcanzar dos podios y acabar 14º con 74 puntos. Lástima que Alberto Puig y la alta dirección de HRC hubieran decidido relegarle a LCR Honda incluso antes del inicio de su primera temporada, para dar paso a la apuesta de Pol Espargarò. Una decisión cobrada con diplomacia, pero básicamente nunca digerida.
Primera experiencia de MotoGP en archivar
Hacia la mitad del campeonato de 2022, su ex manager Emilio Alzamora le encontró un asiento libre en la Ducati del equipo Gresini Racing. A su disposición una Desmosedici GP22 que ya le emocionó el día de test de MotoGP en Valencia, ahora su destino está en sus manos. Durante unos días dejará Madrid, donde se mudó con su hermano Marc, para volver a su Cervera en las fiestas navideñas. Por fin ha encontrado una sonrisa en su interior, ha encontrado estímulos y expectativas y va dejando atrás los tristes tres años con HRC. “Sé que moto tendré y no tengo que hacerme mil preguntas de lo que me voy a encontrar en los test de febrero“, cuenta a ‘La Gazzetta dello Sport’. “Terminé la temporada psicológicamente al límite por lo que pasó en Honda, los últimos meses han sido difíciles… Había que cambiar, quedarse hubiera sido morir. Quiero, sé que tengo una moto rápida. Y esto es importante para un conductor. Entonces, lo que suceda dependerá de la muñeca derecha.“.
La decepción de Alex Márquez
En particular, la última temporada de MotoGP fue particularmente deprimente para Alex Márquez. Pocas actualizaciones al inicio del Mundial y todas sin éxito. Una vez oficializada la noticia del traspaso a Gresini para 2023, no llegó nada más. La ausencia frecuente de su hermano Marc Márquez durante los últimos tres años sin duda ha contribuido a la debacle de la Honda RC213V. Pero la alta dirección del equipo nunca aprovechó su talento para continuar con la evolución de la moto, que en cambio se encargó de Nakagami y Bradl. No es fácil ver a los fabricantes rivales dando pasos de gigante y HRC parado en el puesto, esperando el regreso de Marc a Misano. En ese momento el ritmo de trabajo cambió definitivamente, señal de que el constructor del Ala Dorada quiere seguir centrándose únicamente en su punta de lanza…
Cuando Alex Márquez se unió a Honda, todos esperaban que Honda le prestara mucha atención”,en cambio era todo lo contrario“. En 2020 todo había ido sobre ruedas, ya a finales de 2019 había realizado una prueba con la moto de Jorge Lorenzo, todo iba bien. “Pero cuando me pusieron en LCR (Equipo de Lucio Cecchinello, ed.) Me sentía solo y sin importancia. De Honda, no del equipo, con el que siempre he tenido una gran relación.“. En ese momento fingió aceptar la decisión con una sonrisa, pero en realidad estaba profundamente decepcionado con una decisión tomada en la mesa. Le hubiera gustado rechazar el traspaso al conjunto satélite, pero tanto Alzamora como su hermano Marc le hicieron desistir.
Hipótesis de futuro para Marc Márquez
Con la puerta al pasado cerrada, el menor de los hermanos Márquez mira hacia adelante. Gran satisfacción tras el test de MotoGP en Valencia, bastaron unas vueltas para marcar los mismos tiempos con la Honda. En el camino de vuelta a casa, montó con Marc, profundamente decepcionado por la falta de actualizaciones útiles de Honda. “Estábamos juntos en el auto y no dijimos una palabra. Marc estaba furioso. Le pregunté si había probado cosas nuevas, dijo que sí, pero nada funcionó, eso es todo.“. Para muchos, Alex podría allanar el camino a Marc en Ducati a finales de 2024, una hipótesis no del todo surrealista. Mucho dependerá de Honda: si el múltiple campeón logra dar los pasos necesarios, se mantendrá fiel a la marca que tanto le ha dado. “Pero si la moto no es la del Campeonato del Mundo, será posible“.
Foto: MotoGP.com