Aleix Espargaró se está convirtiendo cada vez más en una figura social, también gracias a un carácter algo extrovertido, tanto dentro como fuera del paddock de MotoGP. El piloto de Aprilia nunca se echa atrás a la hora de expresar su opinión, aunque vaya más allá de los habituales tonos diplomáticos. En la primera parte del campeonato de 2023 no consiguió los resultados que esperaba en la pretemporada, con un podio en Assen antes del parón estival. A partir de agosto, el hermano mayor de Granollers intentará limar los rendimientos necesarios para aspirar constantemente al podio como en la temporada pasada.
Aleix y su pasión por Porsche
A la espera de que se reanude el Campeonato del Mundo en Silverstone del 4 al 6 de agosto, Aleix Espargaró mantiene una línea directa con sus fans en las redes sociales. De sus canales se deduce su gran pasión por el ciclismo, las motos y las cuatro ruedas. “Solía conducir Ferraris y Lamborghinis, pero a medida que crecía me atraía más Porsche“, le dijo el piloto a Elferspot. Hace unos días vimos al piloto de MotoGP forcejeando, junto a su compañera Laura, con dos superdeportivos de su garaje particular: un Porsche 992 GT3 RS y un Cayman 991 GT4 RS.
La pasión por la marca Porsche se arraigó en su sangre durante cinco años cuando compró un 911 Carrera GTS. “Desde entonces mi corazón ha estado muy apegado a la marca.“, añadió el veterano de la categoría reina, convencido de que “la mezcla de espíritu de carrera y clase” es lo que hace especial a la marca alemana. Diariamente conduce un Porsche Cayenne Turbo GT. También disfruta de uno de sus mayores sueños»,un Porsche 992 GT3 RS, simplemente genial“. Se trata de la versión más radical y extrema del 911 que combina un motor de 4.0 litros capaz de desarrollar 510 CV con una aerodinámica optimizada y un chasis afinado para maximizar su potencial en circuito.
Ahora venderá el Cayman 991 GT4 RS porque “es un biplaza y la temporada de MotoGP es muy larga. Así que no tengo suficiente tiempo para ambos. No tiene sentido mantener dos máquinas para el mismo propósito». ¿El precio? 240.000 euros.
Las diferencias entre MotoGP y los superdeportivos
¿Cuáles son las diferencias entre conducir un prototipo de dos ruedas y un deportivo? La respuesta es casi sorprendente para nosotros, simples mortales. “Cuando conduces una motocicleta al límite, se siente más natural y controlado que un automóvil. Suena loco – ha concluido Aleix Espargaró -, gracias a las protecciones tienes una sensación de seguridad más pronunciada en la moto que en el coche“.