Las motos, una gran pasión que, sin embargo, también implica riesgos y dificultades. Lo sabe bien Arminas Jasikonis, que a pesar de todo ha trabajado obstinadamente durante años para recuperar su forma mundial anterior a la lesión, pero que ahora está poniendo el motocross en stand-by. ¿Para siempre o será sólo un descanso temporal? Ni siquiera el propio Jasikonis lo sabe, una vez una promesa cada vez más grande del motocross a nivel mundial, así como el primer piloto lituano en ganar una serie en el Campeonato del Mundo. Sin embargo, todo esto fue antes del grave accidente de Mantua en 2020 que, podemos decir, puso fin a un camino realmente prometedor.
Arminas Jasikonis, hola.
“Es hora de dejar en suspenso mi carrera en el motocross. No hay fecha de caducidad. Quién sabe, tal vez vuelva, tal vez no”. Se trata del debut del gigante lituano nacido en 1997 de Anykščiai, que anunció su decisión con un breve mensaje social. Palabras que suenan más a despedida que adiós… “Tengo tantos buenos recuerdos y he hecho grandes amigos en el motocross, esto es algo que siempre quedará conmigo. Este deporte es mi vida, me hizo fuerte mentalmente y me convirtió en la persona que soy ahora”. Lados positivos, pero también momentos difíciles. «Las cosas no van bien» Jasikonis admitió. “Por tanto, debo armarme de valor y desconectarme. Es hora de estabilizar mi vida, ¡veremos qué pasa entonces!”
Jasikonis, de la historia al miedo
Sólo se necesita un momento para cambiar completamente un camino. En 2020 Arminas Jasikonis escribió un pedazo importante de la historia del motocross: después de varios podios, Kegums se hizo con el triunfo en la segunda carrera por la fuerza. El octavo puesto en la Carrera 1 (debido a una caída en la salida) no fue suficiente para el podio general, pero fue el primer lituano en conseguir una victoria en una serie a nivel mundial. Es el 12 de agosto, el 27 de septiembre en Mantua todo cambia: Jasikonis es el protagonista de un gravísimo accidente que hace temblar a todos.
El lituano sufrió un violento golpe en la cabeza y fue rápidamente trasladado al hospital de Cremona, donde fue puesto en coma inducido. El 30 de septiembre el suspiro de alivio con su despertar, comenzamos entonces a pensar en la recuperación paulatina. Una rehabilitación que inmediatamente pareció muy, muy compleja, dado que se trata de un traumatismo cerebral, pero hay que reconocer la terquedad del piloto lituano, que trabajó incansablemente.
El corazón y el carácter no son suficientes.
Sorprendentemente, vuelve a competir en el Mundial ya en 2021. No con continuidad, dado que se pierde varios GP, pero el primer top 10 y un 6º puesto en las eliminatorias son una notable inyección de confianza para Jasikonis, que al final del año, sin embargo, admite haber “Luché contra mí mismo el 90% del tiempo”. En 2022 vuelve a partir del Gebben Van Venrooy Yamaha Racing, pero las cosas no funcionan y en junio anuncia su divorcio del equipo y su cese de las carreras.
Una pausa que resulta temporal: este año el equipo lucano Millionaire Racing Team apuesta por él tanto para algunos GP del mundo como para el de Italia, en paralelo a algunas carreras nacionales. La historia no cambia: pocas luces y muchas sombras que, una vez más, llevan a Arminas Jasikonis a hacer balance. El accidente de 2020 dejó una fuerte huella, solo el tiempo dirá si realmente es el final de su historia de Motocross.
Foto de : Social-Arminas Jasikonis