Corría el año 1982, Italia había ganado el mundial de fútbol en julio y todo el movimiento deportivo había vuelto a soñar en todos los deportes. La Fórmula 1 se detuvo en Las Vegas por segundo y último año el 25 de septiembre de 1982. La carrera se corrió en las calles del circuito urbano de la ciudad del estado de Nevada, que se desarrolló dentro del recinto del famoso hotel casino Caesars Palace. Ese año la ciudad del pecado tuvo el privilegio de ser la última etapa de la temporada del máximo campeonato automovilístico y vio los dos títulos mundiales aún en juego. Nuestra historia, sin embargo, intenta no hablar de la carrera por los dos lirios, sino que se centra en nuestro Michele Alboreto.
La espera era por la carrera por el título, nadie pensaba en la tercera rueda para la victoria.
La temporada vio la lucha por convertirse en campeón del mundo de Fórmula 1 entre Keke Rosberg en el Williams y Didier Pironi en el Ferrari. El francés, sin embargo, se vio obligado a retirarse por lesión y el finlandés quedó así a un paso del título. Rosberg tenía 3 puntos más que Pironi y 9 sobre John Watson, que conducía el McLaren. En el campeonato de constructores, sin embargo, la lucha vio al líder Ferrari perseguido por McLaren con 9 puntos y por Renault con 15. Además, Alfa Romeo había anunciado que su compromiso en la Fórmula 1 a partir de 1983 sólo se referiría al suministro de motores.
Todo esto fue el esquema del camino, porque el viernes los coches empezaron a acelerar por las estrechas aceras de Las Vegas. La pole position fue para Alain Prost por delante de su compañero René Arnoux. El monopolio de la primera fila era íntegramente Renault, pero detrás de los dos monoplazas transalpinos destaca un nombre maravilloso. El tercer puesto de la parrilla lo conquistó Michele Alboreto con el Tyrrell propulsado por Ford-Cosworth. El italiano no está muy cerca de la primera fila, incluso aventaja a más de un segundo de Prost. Sin embargo, Michele estaba satisfecho, era su segunda temporada en la Fórmula 1 y quería repetir el podio de Imola del GP de San Marino que también logró ese año.
La carrera que hizo que Michele Alboreto entrara en la historia de la Fórmula 1
El domingo, como siempre, toda la atención se centró en Rosberg y Watson. Keke partió sexto mientras que el británico tuvo que conformarse con el noveno puesto. Las etapas iniciales premiaron a Arnoux que se hizo con la primera posición, mientras que detrás, tras una salida olvidable, John se quedó atrás de Keke. El piloto de McLaren en realidad tiene muy pocas esperanzas, porque se ve obligado a ganar y se espera que el finlandés termine sin puntos. Con todo ello, Alboreto mantiene su tercera posición. El primer giro llega durante la vigésimo primera vuelta, cuando René se ve obligado a abandonar por un problema en su motor Renault. Alain vuelve a ponerse en cabeza, ahora Michele es segunda pero detrás de él ve a un Watson feroz. Nuestra historia, sin embargo, tiene lugar durante la vuelta quincuagésima.
Durante la quincuagésima vuelta, el Renault de Prost sufrió fuertes vibraciones. El piloto luchó por mantener su RE30B y fue superado por Alboreto, para luego perder posición ante Watson y el anfitrión Eddie Cheever. Ahora toca la apoteosis, nuestro compatriota lidera la carrera y faltan 25 vueltas. Las 25 vueltas restantes transcurren en apnea, y toda la península respira aliviada cada vez que Michele se sienta al volante. El 011 no da señales de frenar y la bandera a cuadros aparece delante del italiano. Michele Alboreto gana la carrera de Las Vegas, para él será su primera victoria en la Fórmula 1. Rosberg ganó por primera vez el título de pilotos, mientras que Ferrari ganó el título de constructores por séptima vez en su historia.
Michele Alboreto, de aquella Las Vegas al sueño de rojo
Esa victoria lanzó a Michele Alboreto a la estratosfera y devolvió a Tyrrell al éxito después de 4 años de hambre. Enzo Ferrari se mostró entusiasmado con la actuación del milanés e intentó traerlo a Ferrari al año siguiente, en sustitución del fallecido Gilles Villeneuve, fallecido ese año. La empresa británica bloqueó todo haciendo cumplir el contrato y Michele aún en Estados Unidos, al año siguiente volvió a ganar, pero esta vez en Detroit, en el estado de Michigan. Alboreto se unió a Ferrari en 1984, donde después de una temporada de ajuste, en 1985 estuvo cerca del título, que sin embargo fue para Prost en McLaren. Ese fue el famoso año de las turbinas del KKK que enfurecieron a Drake. Michele se retiró de la Fórmula 1 9 años después para seguir sobre ruedas cubiertas. El 25 de abril de 2001, durante un test con el Audi R8 Sport con el que iba a competir en las 24 Horas de Le Mans, el italiano cometió un error y se salió de la carretera, acabando en una colisión que le hizo despegar. Así murió Michele Alboreto, corriendo, de la única manera quizás posible para un amante de las cuatro ruedas como él. Desde 2021 la curva parabólica del circuito de Monza lleva su nombre. En nombre del último ganador del GP de Las Vegas, hasta el regreso este año.