Max Biaggi vive una segunda juventud, siempre en las pistas, excepto en las cubiertas de nieve. Sus épicos desafíos con Valentino Rossi, sus cuatro títulos mundiales en MotoGP y dos en Superbike siguen presentes en la mente y el corazón de sus numerosos fans. Tras dejar las competiciones durante unos años permaneció en el motociclismo como directivo, con su equipo. Ahora pasa página y se embarca en una nueva aventura con la ilusión de un niño pequeño. Biaggi publicó un largo post en sus cuentas sociales: una concentración de emociones.
Max Biaggi: su mensaje
Hola chicos, hoy vuelvo a vosotros con una euforia y una adrenalina que no había sentido en mucho tiempo. Hace tiempo que tengo el deseo de lograr una nueva meta. Desde que dejé de correr me apasioné por el esquí y el año pasado se me ocurrió una idea rara. Pensé en ponerme a prueba para convertirme en instructor de esquí. El primer paso consiste en un examen, con tres pruebas, tras el cual te conviertes en instructor asistente de esquí y ¡puedes practicar!
Dicho así parece bastante sencillo, pero en realidad el examen es muy complejo, sobre todo para aquellos que han montado en moto buena parte de su vida… digámoslo.
Por eso comencé a tomar lecciones, a probarme en superficies bastante complejas, tratando de mejorar mi técnica. Por ejemplo, ¿quién ha hecho alguna vez jorobas? De hecho, ¡siempre los he evitado por miedo a correr riesgos innecesarios! Ahora, sin embargo, parte de la evaluación del examen consiste en superar los obstáculos. Y esto no es suficiente. […] El examen estaba previsto para hoy y esta mañana me desperté con una tensión extraña, nada que no hubiera experimentado ya, ¡sino una agitación bastante inusual en los últimos tiempos!
Más de 100 candidatos sólo hoy y muchos ni siquiera eran adultos. Créanme, involucrarme con niños que tienen casi la edad de mis hijos fue increíblemente agradable. Me alimenté de su energía, intentando detener el tiempo.
La motivación y la perseverancia siempre han sido combustible para mi desempeño y esta vez tampoco me fallaron. He superado este difícil paso y créanme que es una inmensa satisfacción para mí. Ahora estoy de vuelta en casa y todavía tengo en mí una loca adrenalina, esa adrenalina sana que borra todo dolor y te hace vivir a tres metros de altura. […].
foto de MotoGP