Malditas concomitancias entre el Campeonato de Italia de Velocidad y el Campeonato del Mundo. Dos jóvenes talentos corren peligro de perder el título italiano por culpa del calendario. En Moto3 Nicola Carraro tuvo que despedirse el pasado domingo de la dirigencia del CIV porque estaba en Aragón en sustitución de Matteo Bertelle. En Supersport 300 le podría pasar lo mismo a Matteo Vannucci que estará en Portimao los días 8 y 9 de octubre para la última cita del Campeonato del Mundo SS300.
El florentino de diecinueve años en el CIV ha ganado cinco victorias y dos segundos puestos en diez carreras. El pasado fin de semana en Mugello triunfó tanto el sábado como el domingo. Justo el momento de celebrar que se fue a Barcelona. En el Mundial 300 es octavo, primero de los italianos con dos victorias en su haber: una en Misano y otra en Magny Cours. Compite a los mandos de Yamah AG Motorsport Italia y es uno de los jóvenes más prometedores a nivel internacional.
“En Mugello todo salió bien – dice Matteo Vannucci – especialmente el domingo cuando pude ganar por un buen margen. Soy primero en el campeonato, espero ganarlo pero difícilmente lo conseguiré porque estaré en Portugal para el Mundial”.
Mundial e italiano: ¿el nivel es muy diferente?
“No hay una gran diferencia en términos absolutos, el problema es que en el Mundial hay muchos pilotos rápidos y no pocos pero sobre todo que no conozco las pistas”.
¿Será Barcelona una pista nueva para ti?
“Sí, no he competido, pero si corres en mojado será aún más difícil porque tengo muy poca experiencia. No sé qué esperar. Obviamente apuntaré al mejor resultado pero es una vuelta llena de incógnitas”.
¿Qué harás en 2023?
“Probablemente seguiré participando en el World 300 pero ya no participaré en el CIV”.
¿No puedes llegar a la Supersport 600?
“Lamentablemente no, no tengo el presupuesto así que me quedaré en 300 e intentaré hacerlo lo mejor que pueda”.