Un paso atrás para asumir el reto y relanzar. Leonardo Taccini no participará este año en el Campeonato del Mundo de Supersport pero correrá en la clase CEV RFME Stock 1000. El año pasado estuvo en la Ten Kate y este año también estará en un equipo top: EasyRace, un equipo de lo más alto nivel. El joven piloto romano competirá con un BMW 2023 oficial.
«Me molesta que tuve que dejar la Copa del Mundo – confiesa Leonardo Taccini a Corsedimoto – pero no dependía de mí en absoluto. Pensé en quedarme, después de Australia estaba esperando la renovación del contrato de Ten Kate en cambio recibí un correo electrónico en el que me explicaban que había faltado un patrocinador y que estaban teniendo problemas. Se arrepintieron pero pensaron que solo estaban haciendo una moto. Luego llegó Manzi y al final hicieron dos pero la relación conmigo ya se había roto. Hablé con otros equipos de alto nivel en World Supersport y también con algunos de Moto2 pero lamentablemente no pudimos concluir».
¿La lesión del año pasado también tuvo un efecto?
«¡Decididamente! Creo que fue decisivo. Me rompí la muñeca y mis sueños se esfumaron. Intenté volver pero demasiado pronto. Pensé que sería importante correr en Indonesia y Australia antes de 2023, pero no ayudó. En las dos últimas carreras del año pasado me sentía fatal, tomaba analgésicos como si fueran caramelos, no podía quedarme encima de la moto y aun así anoté en los puntos de Mandalika”.
Y ahora arrancas del CEV RFME con un 1000. ¿Goles?
“Prefiero no hacer pronósticos, no digo nada del resultado, pero quiero hacerlo muy bien. Tengo un gran paquete: de hecho, soy un conductor oficial de BMW. Ahora estoy totalmente centrado en este compromiso, pero mi idea es pasar un año aquí y luego volver al paddock de Superbikes, pero para tener éxito es fundamental mantenerse al frente. Estoy muy motivado, tengo muchas ganas de redimirme y demostrar mi valía».
El año pasado fuiste compañero de equipo de Dominique Aegerter. ¿Todavía lo sientes?
“Dominique me ha ayudado muchísimo y todavía escucho de él para pedirme consejo. Es un súper profesional, casi en exceso. Tengo una relación especial con él: es realmente un niño de oro”.