La tradición de las apuestas está fuertemente arraigada en la tradición cultural de nuestro país desde la antigüedad y actualmente esta actividad factura miles de millones de euros al año. Según datos de la Agencia de Aduanas y Monopolios, en Italia hay más de 400.000 máquinas tragamonedas y decenas de sitios web que ofrecen tragamonedas con bonos de bienvenida y juegos de casino en línea. Y si para la mayoría de los aficionados a las apuestas el juego sigue siendo un pasatiempo inofensivo, para otros puede convertirse en una auténtica adicción. De hecho, el juego patológico está reconocido como una enfermedad mental por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y se estima que alrededor de 1 millón de personas lo padecen en Italia. Los afectados siguen jugando a pesar de las consecuencias negativas para sus vidas, como deudas, aislamiento y problemas familiares y laborales. En este artículo nos ocuparemos del juego responsable: 5 señales de advertencia que no debes ignorar.
1. Aumento de la frecuencia y cantidad jugada.
La primera señal a la que debes prestar atención es la frecuencia con la que juegas y la cantidad de dinero gastada. Si aumentan con el tiempo, podría ser una pista esencial para identificar un problema. De hecho, quienes padecen adicción tienden a jugar cada vez con más frecuencia y a apostar sumas cada vez mayores, en un intento de recuperar pérdidas o experimentar la emoción de volver a ganar. Apostar en las máquinas tragamonedas italianas más de lo habitual y arriesgar sumas de dinero mayores son señales de alarma que indican la necesidad de recuperar el control.
2. Mentir sobre cuánto apuestas
Otra señal de advertencia es ocultar o mentir sobre su implicación con el juego patológico. Quienes han desarrollado una relación problemática tienden a minimizar, ocultar o negar por completo la cantidad de tiempo y dinero invertido. Esto se debe a que saben muy bien que su comportamiento es excesivo y temen el juicio y las preocupaciones de amigos y familiares. Si tiene que mentir sobre sus hábitos de juego en línea, es hora de detenerse y admitir que algo anda mal.
3. Pedir prestado dinero para jugar
Una consecuencia típica de una deriva patológica en las apuestas es la necesidad de encontrar continuamente dinero nuevo para apostar. Quienes sufren problemas con el juego acaban agotando rápidamente sus recursos económicos. Si para seguir jugando te ves obligado a pedir préstamos a amigos, familiares o financieras, está claro que la situación está fuera de control. De hecho, ese comportamiento tiene consecuencias desastrosas a largo plazo, acumulando deudas insostenibles.
4. Irritabilidad y nerviosismo
La adicción a los juegos con dinero real produce inevitablemente cambios de humor: los afectados se vuelven fácilmente irritables, ansiosos y deprimidos. Esto se debe a que el estado de ánimo está condicionado por la obsesión por las apuestas y el sentimiento de culpa por las sumas perdidas. Si te das cuenta de que estás nervioso, tenso e irritable sin motivo alguno y que estos estados de ánimo están ligados a las apuestas, es momento de hacerte algunas preguntas. Un profesional puede ayudarle a comprender mejor la relación entre el juego y las experiencias personales.
5. Problemas personales y sociales
El juego patológico conlleva inevitablemente repercusiones negativas tanto en la vida personal como social. Entre las señales de advertencia más obvias se encuentran los problemas y conflictos familiares, el aislamiento de los amigos, el deterioro del rendimiento escolar o laboral. Si jugar con dinero real lleva a descuidar a los seres queridos, a los pasatiempos y a los compromisos diarios, o peor aún, a mentir, es una señal de que se ha perdido el control. No es ninguna vergüenza admitir que tienes un problema: pedir ayuda es el primer paso para salir de él.
Consideraciones esenciales sobre el juego responsable
Pocas actividades pueden proporcionar el mismo “placer” que las apuestas, que sin embargo pueden convertirse rápidamente en un problema de adicción. Y abordar el juego responsable debemos prestar atención a las 5 señales de alerta conocidas que no debemos ignorar, hemos entendido la importancia de aprender a reconocer y corregir a tiempo los aspectos a modificar, para evitar complicaciones. Si sientes que tu comportamiento se está volviendo compulsivo, no debes tener miedo de admitirlo y pedir ayuda.