Los dos últimos días de pruebas oficiales están en el archivo, la primera vuelta de 2023 está muy reñida. Jorge Navarro, con el Mundial de Moto2 cerrado, está listo para el reto de Supersport con Ten Kate. Llevará tiempo ‘olvidarse’ de la KALEX-Triumph y adaptarse por completo a la Yamaha YZF-R6, pero ese no es el único problema. De hecho, Navarro todavía se está recuperando de la lesión de octubre pasado después de un accidente aterrador en Phillip Island. El cierre de un círculo y la apertura de un nuevo capítulo.
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Por lo que llevará tiempo entender el verdadero valor de Jorge Navarro en World Supersport. La fractura de fémur no es poca cosa, el piloto valenciano se enfrenta a un reto múltiple: una nueva moto para un campeonato inédito, pero sobre todo la recuperación de su condición. “Físicamente fue un reto” Navarro había admitido al final de los dos días de pruebas en la pista australiana, sentir el pellizco en particular en el último día. En cuanto al sentimiento, procedemos en pequeños pero constantes pasos: “Todavía me falta un poco de confianza cuando se trata de hacer una vuelta rápida. Pero vamos bien, paso a paso llegaremos”.
Confianza confirmada por Kervin Bos, que subraya el mayor problema actual de Navarro. «Su estado físico todavía le limita bastante a la hora de marcar una vuelta rápida» admitió el director del equipo Ten Kate. “Pero se han visto avances”. El primer fin de semana del año comenzará mañana, o mejor dicho esta noche dadas las muchas horas de diferencia, con las sesiones libres del viernes. Una extraña serie de coincidencias para Jorge Navarro, que se encuentra de nuevo en Phillip Island, circuito tanto del final prematuro de la etapa de Moto2 como del comienzo de la aventura de Supersport.
Foto: Social-Jorge Navarro