La historia de Jochen Rindt y aquel maldito sábado en Monza de 1970 resume gran parte de lo que era la Fórmula 1 en aquella época. Un campeonato para “locos”, para gente dispuesta a todo con tal de experimentar esa emoción llamada velocidad. Casi una droga, pero qué se puede hacer al respecto: la vida es una y cada uno la vive a su manera. La historia de Jochen es una de las más tristes: toda una vida persiguiendo el título mundial que llegó pero que nunca pudo celebrar. Aquella temporada de 1970 no fue la mejor, al contrario, fue una de las más crueles de toda la historia del campeonato, una de esas que nos recuerdan por qué todos los pilotos deben ser siempre queridos y aplaudidos.
Jochen Rindt, una infancia muy difícil
Jochen Rindt nació en Maguncia en 1942, por tanto en un momento histórico muy particular, en plena Segunda Guerra Mundial. A su familia le iba bien: un padre que era comerciante de especias y una madre austriaca que era una de las tenistas más famosas de la época. Heredó su pasión por los motores de su madre, que amaba mucho la velocidad. En 1943 la Alemania nazi sufrió la dura derrota en Stalingrado y la derrota comenzó. La guerra llegará a suelo alemán ya en julio de ese año. El padre y la madre de Rindt se encontraban en aquel momento en Hamburgo y perdieron la vida durante un bombardeo de la Royal Air Force, la fuerza aérea británica.
El pequeño Jochen, que sólo tenía un año, fue adoptado por sus abuelos maternos que se encontraban en Austria. El abuelo quería a toda costa que su nieto mantuviera su ciudadanía alemana para poder redimir la herencia de su padre. Pasan los años y a medida que el niño crece comprende que su vida se trata de motores, alcanzando metas importantes en las ligas menores. A lo largo de su carrera siempre ha corrido bajo bandera austriaca ya que se sentía austriaco. En 1965 llegó por primera vez a la Fórmula 1, donde permaneció de forma permanente al año siguiente. Sus primeros 5 años los pasó en Brabham, donde consiguió algunos podios. En 1969 se trasladó a Lotus y celebró la primera victoria de su carrera. Aquí estamos, hemos llegado a 1970.
El mejor año hasta la tragedia de Monza
La temporada de 1970 comenzó como de costumbre con un favorito número uno. Jeckie Stewart, nuevo campeón del mundo, había cambiado de Matra a Tyrrell. Lotus quería volver a lo más alto para esa temporada, después del tercer puesto en 1969. El equipo británico produjo el 49C y el 72, que se alternaron durante la temporada. El comienzo del campeonato no fue muy fácil para Jochen Rindt, que se vio obligado a retirarse dos veces en sus dos primeras salidas de la temporada. El austriaco, por tanto, no estaba muy contento con cómo había empezado el año, pero la casa del otro lado del Canal estaba segura de las cartas que podía jugar con su monoplaza. De hecho, la tercera salida de la temporada premió a Rindt con su Lotus en el GP de Montecarlo. Bélgica, en la siguiente carrera, volvió a demostrar la fragilidad del coche inglés, hasta el punto de que Jochen se vio obligado a abandonar por problemas de motor.
La temporada “gira” desde Holanda. Rindt, de hecho, ganó en Zandvoort y lo repitió en las tres carreras siguientes. Tras la etapa de Alemania, el piloto de Lotus tenía un margen de 20 puntos sobre su más inmediato perseguidor, Jack Brabham. La etapa de casa en Austria fue una decepción para el piloto, ya que partía desde la Pole Position y tuvo que retirarse nuevamente debido a un problema con su motor Ford. Quiso el destino que Jochen siempre llegara a Monza con un margen de 20 puntos. Durante la clasificación para el GP de Italia del 5 de septiembre, el piloto se salió de la pista a muy alta velocidad en la curva Parabólica. Su Lotus golpea la barandilla y se desintegra en muchos pedazos. Jochen Rindt muere mientras lo trasladaban al hospital.
La coronación más triste de la historia.
El silencio de ese día en el circuito de Monza fue impresionante, teniendo en cuenta también la proximidad con Austria que había animado a muchos de los compatriotas del piloto a ir a presenciar la carrera. El GP se celebró al día siguiente a pesar del luto. El ganador fue Clay Ragazzoni con Ferrari. Al campeonato todavía le quedaban 3 carreras por disputarse, pero después de Monza, Rindt todavía tenía una ventaja de 20 puntos, esta vez sobre Stewart. Los corredores que perseguían al austriaco no tuvieron fines de semana fáciles y el veredicto de la temporada llegó en la penúltima prueba en Estados Unidos. Jochen Rindt se proclamó campeón del mundo por primera vez en su carrera, pero el destino quiso que nunca pudiera celebrarlo ya que falleció un mes antes.
Hoy es 18 de abril y tal día como hoy en 1942 nació Jochen Rindt y por eso cada vez que hay un día que podemos recordarlo es correcto hacerlo. El subcampeón de ese año Jack Icxx uso las palabras correctas:” Mejor así, no me hubiera gustado quitarle el título a Jochen, que se lo merecía con creces.”. 1970 tuvo el peor final de la historia de la Fórmula 1. Rindt no fue la única víctima: el mismo año Piers Courage y Bruce McLaren también perdieron la vida. En aquella época correr en monoplazas era una locura.
FOTO: Fórmula 1 social