Poco antes de las 8:30 horas, el italiano Petrux finalizaba la última especial. El Dakar nos ha hecho conocer mejor quién es Danilo, a la vez que lanza un mensaje de deporte y de vida y trae de vuelta la tricolor 20 años después de Meoni
Incluso para Danilo Petrucci, las dificultades de este Dakar finalmente han terminado. Cuando le escuchamos ayer por la tarde, con motivo de su “Dakar Diary”, parecía muy cansado y esforzado, como si no pudiera esperar a llegar a Jeddah para quitarse el mono y el casco. En cambio, había que entenderlo, más aún tras el mal accidente subsanado en la especial del jueves, cuando a pocos kilómetros del final voló al suelo con la moto que le cayó encima por culpa de un baúl.
Afortunadamente, nada grave, aunque el dolor y la preocupación por una posible fractura de clavícula de su parte eran evidentes.
En este Dakar nuestro Danilo se ha ocupado de cada uno de ellos: primero la rotura del talud, luego el tope positivo, luego la mecha que lo deja parado en medio del desierto, luego otra y otra mecha aún que le plantan a pie. cuando estaba a un paso del podio, por fin la caída de ayer. Admiramos a Danilo, sin embargo, por su capacidad de recuperarse siempre gracias a su fuerza y de ir más allá de cualquier dificultad, como si detrás hubiera un mensaje de vida dedicado a todos nosotros.
Por otro lado, su Dakar representa un pedacito de la película de los que fueron los últimos años de su carrera: descargado por Ducati para dejar sitio a Miller, teniendo por tanto que relanzar con KTM para luego volver a ser descargado a favor de Raúl Fernández y finalmente será enviado al Dakar como un “premio de recompensa”. Una especie de centrifugadora aquella en la que acabó el piloto de Terni, tanto que alguien empezó a dudar seriamente de sus cualidades a pesar de ser uno de los pocos que ha ganado en MotoGP en los últimos dos años. Pero a veces el destino está escrito y, como dice su manager Alberto Vergani, ¡detrás de un problema siempre hay una oportunidad!
En el Dakar las dudas estaban, teniendo en cuenta que había preparado una carrera como esta en menos de mes y medio, gracias entre otras cosas a la lesión en el talón en los entrenamientos. Sin embargo, Danilo sorprendió a todos, mostrando su talento y llegando a su clímax con aquella memorable victoria en la 5ª etapa, tanto que se convirtió en el primero de la historia en triunfar en MotoGP y en el Raid. Un éxito que devolvió la bandera tras la trágica muerte de Meoni, a la vez que trajo nuevos aficionados a esta competición: “Mi victoria aquí en Arabia hizo más ruido que la de Mugello” – nos dijo en el último directo el pasado sábado. Pero sobre todo un éxito que celebraba la grandeza del piloto por si se nos olvidaba, como diciendo, retomando las palabras de Vasco: “Aquí sigo”.
Finalmente, Petrux nos adentró en su mundo, como si fuera a convertirse en una especie de influencer sobre dos ruedas. Y pensar que las redes sociales ni siquiera empezaron antes de partir hacia este viaje a tierras árabes. Ahora, sin embargo, ya no parece querer prescindir de ella entre la historia de su día, una incursión en el vivac y sus directos diarios al final de etapa donde involucra a Sainz, Peterhansel y todos los demás.
Aparentemente es muy cierto que el hombre que vuelve nunca es el mismo que el que se fue.
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