El 19 de marzo de 2006 tuvo lugar la segunda etapa de la temporada en Malasia. Una temporada que supuestamente marcaría la redención de Ferrari después del horrible año 2005 y que también diría si McLaren había logrado resolver sus problemas de confiabilidad. El número uno siempre fue Renault, vigente campeón de constructores y con Fernando Alonso el mundial de pilotos. La marca francesa capitaneada por Flavio Briatore vivía un momento idílico y contaba con Giancarlo Fisichella como segundo piloto. El piloto romano aquel día en Sepang fue el último piloto italiano en ganar en Fórmula 1. Han pasado dieciocho largos años.
Giancarlo Fisichella llega a Malasia tras la retirada de Sakhir
La temporada 2006 no empezó de la mejor manera posible para Giancarlo Fisichella, hasta el punto de que en el GP inaugural de Bahréin se vio obligado a retirarse. De hecho, tras 21 vueltas el italiano se vio obligado a retirar su Renault por un problema hidráulico. Por lo tanto, el chico comprendió inmediatamente que esa temporada también sería gregaria, teniendo en cuenta el triunfo de Alonso en Oriente Medio. Sin embargo, Fisichella sabía que podía contar con un excelente vehículo, por lo que llegó a Malasia con el deseo de demostrar su talento. En la clasificación del sábado, Giancarlo detuvo el cronómetro en 1:33.840, lo que significó la pole position.
Sus rivales van por detrás, el Ferrari de Schumacher marca la cuarta vez, pero tras cambiar el motor ha sido penalizado con diez posiciones. Su compañero Alonso no pasó del octavo mejor tiempo, que pasó a ser séptimo tras la sanción impuesta al campeón alemán. Los McLaren ocupan la tercera fila, mientras que Jenson Button largaba a su lado con el Honda. En definitiva, las esperanzas de ver al piloto del hermoso país realizar una buena carrera estaban todas ahí. Giancarlo Fisichella ya se había inscrito dos veces en su carrera, la primera en la audaz carrera de Interlagos en 2003 con Jordan, mientras que la segunda llegó en 2005 con Renault en la carrera inaugural de la temporada en Australia.
La carrera de Sepang se vuelve dulce para Giancarlo Fisichella
Ese día en Sepang las temperaturas eran muy altas, como suele pasar cuando se corre en Malasia. Giancarlo Fisichella lo sabía bien y sabía que el calor podía jugarle una mala pasada. El italiano, sin embargo, no cometió ningún error, tanto que desde el principio dejó las cosas claras. Fisichella voló junto con su R26, sin encontrar obstáculos en su camino. Conducta de carrera impecable, liderando de principio a fin, excepto en el momento de la parada en boxes. El liderato de la carrera lo perdió únicamente su compañero de equipo Alonso. El número uno del equipo, obligado a partir desde atrás, se había marcado otra estrategia. Al final del GP intentó resarcirse, pero el “Físico” se mostró verdaderamente imbatible ese día.
Después de 56 vueltas de puro esfuerzo, bajo un calor opresivo, Giancarlo Fisichella ganó el tercer GP de su carrera en Fórmula. Fue un éxito espectacular, ya que Alonso terminó a más de cuatro segundos de distancia. Button completó el podio. Hubo una gran celebración, tanto en Malasia como en Italia: por cuarto año consecutivo un italiano logró ganar al menos un GP de F1. En 2004, como sabemos, no fue Giancarlo quien ganó, sino Jarno Trulli, quien casualmente también ganó con Renault en el GP de Montecarlo.
La última alegría de un piloto italiano
Han pasado 18 años desde aquella espléndida mañana italiana, donde todos esperaban que Giancarlo Fisichella realmente pudiera aspirar a algo más grande. Ese sueño, sin embargo, no se hizo realidad y, de hecho, comenzó una nueva era para la historia de los pilotos italianos. Ningún italiano ha logrado ganar desde el 16 de marzo de 2006. No sólo eso, los pilotos italianos incluso desaparecieron de la parrilla de salida. El último fue Antonio Giovinazzi en 2022 con Sauber Alfa Romeo. Ahora la esperanza se llama Andrea Kimi Antonelli: corre en la Fórmula 2 y forma parte de la Academia Mercedes. La marca y, por supuesto, nosotros, los aficionados italianos, contamos mucho con ello. Evidentemente Andrea tendrá que seguir su camino, sin ningún tipo de presión. Pero hay una estadística bien conocida que nos produce escalofríos de anticipación. El 2006 del último éxito italiano es también el año del nacimiento de Antonelli.
FOTO: Fórmula 1 social