La amistad es uno de los sentimientos que pone a una persona en movimiento y, a veces, empuja a un hombre a lograr ciertos resultados. Luego están esas amistades que unen increíblemente a dos personas, no sólo por el afecto, sino también en las misiones que están llamadas a realizar, tanto para sí como para los demás. Ésta es en parte la amistad que une a Charles Leclerc y Pierre Gasly. Amigos desde que corrieron con Go-karts, vínculo que se desarrolló a lo largo del camino que los llevó a la Fórmula 1. Su destino parece sellado, ambos están vinculados a su actual equipo, donde deberían luchar por el campeonato. El problema es que de momento todo esto parece más bien una misión que corre el riesgo de destruirlos.
La sonrisa, la marca para llegar a la Fórmula 1
Su relación fue explicada muy bien por el padre de Pierre, fue entonces cuando el padre Jean Jacques declaró que Leclerc era parte de su familia. Los dos muchachos viajaron juntos, pero obtuvieron resultados diferentes. Las categorías menores marcaron mucho para los dos chicos, cosechando distintos resultados y distintos destinos. El francés ha entrado en la órbita de Red Bull, mientras que el monegasco ha entrado en la órbita de Ferrari. Dos maneras opuestas de criar a los niños, que sin embargo siempre se han buscado dentro del paddock, aunque Gasly y Leclerc siempre hayan corrido por separado en las categorías preparatorias. Sin embargo, un año marcó la sonrisa de ambos, 2016. Cuando Gasly se proclamó campeón del mundo de GP2 y Leclerc de GP3. Todo aderezado con esa sonrisa y esas ganas de crecer juntos para convertirnos en pilotos de Fórmula 1.
Si las categorías menores siempre han visto a los dos competir por separado, el debut permanente en la Fórmula 1 es el mismo para ambos, es decir, 2018. Charles corre para Sauber mientras que Pierre corre para Toro Rosso. Los destinos de los dos parecen sellados, amigos luchando por el título, dado que Leclerc vuela a Ferrari mientras Gasly aterriza en Redbull. 2019 es el año para que ambos se vuelvan grandes, pero mientras Leclerc se convierte en el abanderado de Ferrari, Gasly pronto deja el principal equipo austriaco y se reincorpora a Toro Rosso. Los dos, por tanto, tienen estados de ánimo diferentes, y Leclerc intenta animar a su amigo. Un consuelo porque en Spa-Francorchamps será diferente.
Del abrazo de Spa a Monza
Hay momentos en los que el lado humano supera cualquier otro aspecto, demostrando lo que es la amistad. El 31 de agosto de 2019, Anthoine Humbert, amigo de Gasly y Leclerc, perdió la vida en el circuito belga de la SPA durante la carrera de Fórmula 2. Un chico francés que creció con los dos, hasta el punto de que el desamor es muy alto. Los dos amigos se fortalecen mutuamente y al día siguiente Leclerc consigue su primera victoria en la Fórmula 1. El primer abrazo que recibe es del equipo, pero Charles sólo espera uno, el de Pierre. Los dos casi lloran de alegría de dónde ha llegado uno de ellos y de dolor de que falta una parte para celebrar este momento histórico. El dolor luego se desvanece aunque nunca podrá desaparecer y llega Monza.
Monza marca la segunda victoria de Leclerc, la más significativa, tras ganar en casa de Ferrari con un coche del Cavallino Rampante. La alegría se convierte en celebración con su amigo de toda la vida, que mientras tanto ha regresado a Toro Rosso y está pasando por un momento difícil. El mal momento de Gasly es pesado, pero Leclerc no le abandona, animándole a hacerlo mejor. Monza 2020 es el otro capítulo de esta historia. En el circuito de Brianza, Gasly gana con Alpha Tauri (antes Toro Rosso), su primera victoria en Fórmula 1 y Charles le espera en el parque cerrado. Los dos se abrazan y celebran y como había sucedido antes, parece que ambos son los ganadores. Este circuito se convierte, pues, en el vínculo de una amistad indisoluble. Nuestra historia llega ahora al momento más difícil.
El periodo más oscuro de la Fórmula 1
2023 resultó estar por debajo de las expectativas de ambos, quienes esperaban que su monoplaza diera un salto para luchar contra el dominador Max Verstappen. Leclerc está ahí intentando esforzarse porque realmente quiere devolver el título de Fórmula 1 a Maranello, como le piden sus fans y los de Ferrari. Gasly está en dificultades pero está motivado en su misión, también presionado por la prensa transalpina que sueña con una pareja de pilotos. En definitiva, los dos tienen una misión en común, que de momento parece desvanecerse y alejarse cada vez más.
La amistad será necesaria ahora más que nunca
Sin embargo, aquí es donde debe surgir la amistad, estos dos chicos siempre se han animado y logrado grandes metas, ahora deben seguir soñando gracias a este cariño mutuo. Hoy es el cumpleaños de Charles Leclerc y quién sabe si los dos, entre una sonrisa y otra, no se están cargando mutuamente para lograr el tan ansiado triunfo, que los une por un destino común y engorroso, pero que hace aún más hermosa su amistad.
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