El fin de semana que acaba de pasar no será recordado por las luces, no será recordado por los acontecimientos fuera de la pista, pero esencialmente será recordado por lo ocurrido entre Fernando Alonso y Sergio Pérez. Una batalla dura y real, de esas que disfrutan los amantes de la Fórmula 1 y del deporte en general. La verdadera cara de la pasión y la razón por la que este deporte es tan popular. El nuevo reglamento sirvió precisamente para reavivar las batallas, pero tras una buena tónica la temporada pasada, este año las carreras fueron anónimas.
La batalla que encendió a los espectadores.
Cuando tienes un piloto como Fernando Alonso es lógico que el espectáculo se convierta en protagonista, él sigue representando el tesón del guerrero. Lo mismo puede decirse de Sergio Pérez, que aunque no está en su mejor momento, sigue siendo de esos pilotos que siempre lo intenta, aunque las cosas puedan ir mal. Todo esto desemboca entonces en el duelo que se ha gestado entre ambos, que ciertamente no se han contenido en las dos últimas pruebas del GP de Brasil. La foto final de un podio de Fórmula 1 es algo que teníamos olvidado y verlos llegar separados por medio segundo, nos hizo levantarnos de nuestros asientos y vivir un auténtico momento de euforia.
Ambos querían ese podio: Alonso lo buscaba para recuperar la confianza que le había faltado en sus últimas salidas con Aston Martin, mientras que Pérez lo necesitaba para redimir a México. En definitiva, todos lo buscaban y los idas y vueltas que nunca salieron eclipsaron la llegada triunfal de Max Verstappen y el segundo puesto de Lando Norris. Bueno, tal vez Liberty Media debería actuar para hacer las carreras más animadas, pero en la dirección correcta. No todas las carreras pueden estar llenas de adrenalina, por supuesto, siempre hablamos de deportes de motor. Quizás, sin embargo, en un calendario de 24 carreras haya al menos 12 que recordemos por el espectáculo que ofrece la pista.
¿Liberty Media realmente aspira a lograrlo?
A la empresa Liberty Media que gestiona la Fórmula 1 quizás le gustaría tener carreras llenas de adrenalina hasta el final, promoviendo como lo hizo el cambio de reglamento. La cuestión es que parece más interesada en el esquema que en el fondo. Los circuitos elegidos en los últimos años no dan lugar a carreras llenas de acontecimientos, porque son casi todos circuitos urbanos y adelantar es muy arriesgado. Érase una vez sólo el Principado de Montecarlo, que era el punto culminante de la temporada, donde la gente iba a ponerse sus mejores galas. Las otras carreras, sin embargo, se disputaron en pistas donde se podían adelantar y los coches no eran tan grandes como son ahora.
Ahora parece que buscamos lo contrario, preferimos los lugares clave o en todo caso donde los espectadores se encuentren en condiciones de lujo, véase el GP de Miami. Donde la vía es entonces un hecho secundario, dado que estamos presenciando el tren. El espectáculo es el acompañamiento y no la atracción principal. A la empresa que tiene los derechos de la Fórmula 1 seguramente le gustaría que las dos cosas se unieran, es decir, tener tanto dentro como fuera de la pista, pero ¿es así hoy? Parecería que no. El hecho de que la batalla del domingo cause tanto revuelo debe dejar claro que tal vez algo no esté saliendo como se esperaba. La espectacularización en los tiempos modernos es esencial. Vivimos en una sociedad que vive más de la apariencia que de la realidad, pero necesitamos redescubrir el espíritu deportivo de manera decisiva.
La Fórmula 1 debe saber sacar lo mejor de todo lo que le sucede
La esperanza es que podamos ver batallas similares también en los próximos dos GP. La cuestión es que ver los circuitos en cuestión plantea varias dudas. Sin embargo, Liberty Media intenta cambiar algo con los nuevos coches para 2026, sobre todo reduciendo el tamaño de los monoplazas. Eso ya sería una pequeña victoria, porque podría llevar a los corredores a arriesgar un poco más. El desarrollo de los coches no puede quedarse atrás y la Fórmula 1 siempre ha sido un lugar de experimentación. Lo que se pide es que se pueda llegar a un acuerdo. La capacidad de atención ha disminuido. Todos dijeron esto; Entonces, ¿por qué seguir un deporte donde en hora y media no pasa prácticamente nada? Para ver el pre-carrera y el after, ¿qué es una fiesta? Necesitamos trabajar para llegar al compromiso correcto y que el deporte sea el elemento principal.
FOTO: Fórmula 1 social