La Aprilia RS660 Trophy nació recientemente pero ya está demostrando ser un excelente trampolín para los campeones del futuro. Este año lo ganó conjuntamente el milanés Francesco Mongiardo y el estadounidense Max Toth, pero el título italiano fue para el chico de Segrate que ganó la última carrera, en Imola. Vamos a conocerlo mejor.
“Soy un chico milanés de 18 años – Francesco Mongiardo le dice a Corsedimoto – mi padre era aficionado a las motos y mi madre piloto, Michela Titola. Ella también había competido en el Trofeo Gilera 500 ya ella le debo todo: me sigue mucho y en los entrenamientos es mi equipo. Le dedico el título italiano a ella y a los que me quieren”.
¿Cómo empezaste?
“Empecé con las minimotos, luego pasé a MiniGP en el CIV y luego corrí en PreMoto3. Lo estaba haciendo bien pero lamentablemente tuve algunas lesiones pero sobre todo problemas de presupuesto y estatura. Soy alto y me costaba un poco con los PreMoto3”.
¿Cuándo decidiste cambiarte a 600?
“El año pasado nació este campeonato, me ofrecieron hacerlo y fue mi salvación, mi liberación porque me siento muy bien sobre motos más grandes y potentes. Las Aprilia RS660 son excelentes motos y fue fácil de aprender. Este año en la última carrera incluso logré establecer el récord de vuelta. ¡Fue una gran temporada, gané 4 carreras y estoy muy feliz!”.
¿Alessandro Delbianco te dio algún consejo?
“Sí, nos hicimos amigos y me ayudó mucho, sobre todo en Imola. Delbianco es muy fuerte, un gran talento”.
¿Qué vas a hacer el próximo año?
“Todavía no he firmado con nadie pero mi intención es hacer el CEV Moto2. He recibido ofertas para CIV Superbike y para el Campeonato del Mundo de Supersport pero me gustaría entrar en el mundo de los prototipos para intentar llegar luego a MotoGP y quizás algún día a MotoGP”.
¿Quien es tu idolo?
“Era Valentino Rossi pero era el ídolo de todos. Ahora apoyo a Pecco Bagnaia, pero también respeto mucho a Marc Márquez y espero que vuelva a un gran nivel”.