El circuito urbano de Bakú fue el terreno ideal para emboscar a Red Bull. Ferrari había hecho sonar su voz en la calificación, catapultando a Charles Leclerc al podio, pero las 51 vueltas en el infernal y rapidísimo tobogán de la capital de Azerbaiyán volvieron a ser terreno de caza para los RB19 diseñados por el mago Adrian Nevey. El equilibrio habitual lo volcó un sorprendente Sergio Pérez, un volador mexicano que logró vencer al bicampeón mundial Max Verstappen en un tenso enfrentamiento directo en el seno de la familia. “Checo” es una furia de la naturaleza en este tipo de pistas: es el quinto triunfo en circuitos urbanos. Verstappen lo intentó hasta el final, pero esta vez no hubo posibilidad de vencer a su compañero de equipo, exactamente como sucedió en la carrera al sprint del sábado.
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