Estamos casi alli. El mundo de F1 ya está lista para desvelar la ropa de coche de ala 2023. La continuidad regulatoria debería garantizar un nivel de competitividad ya parcialmente perfilado. Sin embargo, el equilibrio en la máxima categoría del automovilismo es siempre muy crítico. A veces, un pequeño detalle puede cambiar las cosas drásticamente. Los cambios relativos a la altura del fondo con respecto al plano de referencia (asfalto), de hecho, podrían crear una especie de «confusión técnica» capaz de mezclar las cartas sobre la mesa.
Las medidas aprobadas por Federación Internacional para mitigar el efecto tedioso marsopa imponer una métrica de swing clara para la próxima temporada. El objetivo es mitigar el salto aerodinámico al reducir el empuje vertical generado por el fondo.. Se espera que esto pueda reducir la velocidad del automóvil hasta medio segundo. Hipótesis que, siendo realistas, no debería ser confirmada por la pista.

El arduo trabajo realizado por los ingenieros de las cuadras, conscientes de los resultados relativos a la modificación del cuerpo regulador, compensará con toda probabilidad la mencionada falta de carga. Este escenario se obtiene optimizando el empuje vertical canalizando los flujos directos por debajo del monoplaza.
F1 wing car 2023: recupera la carga aerodinámica perdida
La aerodinámica es la característica principal que mejor se gestiona en los coches de ruedas abiertas. El desafío es difícil, sobre todo cuando los reglamentos técnicos «intentan» avergonzar a los proyectistas eliminando varios desviadores de flujo. En este sentido, sin embargo, hay una truco técnica que, a nivel teórico, podría favorecer bastante.
Para conocer más sobre el tema, visite el web Análisis técnico de Fórmula uno que, a través de un artículo dedicado disponible en este enlaceha puesto bajo la lupa la interesantísima cuestión.
Autor e ilustración: Alejandro Arcari – @berrageiz