Andrea Dovizioso no terminó su carrera en MotoGP como esperaba, pero ahora ha seguido adelante. Se está dedicando a su gran pasión por el motocross y recientemente anunció un importante proyecto. De hecho, una de sus empresas gestionará el circuito de motocross de Faenza durante los próximos veinte años.
Archivó su larga experiencia en el mundial, caracterizada por momentos positivos y también algunos complicados. Ciertamente entre los periodos complicados está la experiencia con el equipo RNF (antes Petronas SRT) y con una Yamaha M1 muy diferente a la que montó en 2014 con excelentes resultados. La situación era tan frustrante que le empujó a retirarse antes de tiempo, dejando MotoGP ya en Misano y sin concluir el campeonato.
Dovizioso, decepción de Yamaha y Aprilia desconocida
Dovizioso esperaba que las cosas fueran mejor con la Yamaha, pero pronto se dio cuenta de que sería más difícil de lo que esperaba: «Desde el principio – le dijo a Revista Motorsport – No tuve la sensación que esperaba. Pero pensé que con mi experiencia y el trabajo adecuado encontraríamos una solución.. Inmediatamente entendí que a la moto le faltaba grip, sin este problema creo que hubiera sido muy competitivo“.
El piloto de Forlì prefirió probar la aventura sobre la M1 en lugar de casarse con el proyecto Aprilia. Haber probado la RS-GP en unas pruebas no le bastó para aceptar la oferta y a día de hoy no puede decir cómo le hubiera ido fichando por el equipo de Noale: “Nunca lo sabremos. Aprilia hizo un trabajo y me alegro por ellos. Rivola ha construido un gran equipo“.
Dovi no se siente atraído por el desafío de Superbike
Ha habido pilotos que, tras retirarse de MotoGP, probaron la aventura en el Mundial de Superbikes y alguno incluso ganó el título, pensemos en Max Biaggi y Álvaro Bautista. Pero Dovizioso nunca se ha sentido atraído por este pasaje: “Nunca ha sido una opción. El nivel del campeonato es excelente, pero para mí el cambio sería demasiado grande. He corrido prototipos toda mi vida, estoy demasiado lejos de las superbikes“.
El piloto de 36 años de Romaña aprecia SBK, pero no tenía ganas de probar un nuevo desafío. Estar acostumbrado a un cierto tipo de motocicleta hace que sea un problema adaptarse a una categoría por medios completamente diferentes.
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