Victor Steeman perdió la vida el pasado martes, tras el accidente subsanado en la carrera 1 de Portimao válida para el campeonato SSP300. El piloto holandés había sido hospitalizado en Faro en estado crítico y fue intervenido quirúrgicamente de la cabeza tras el terrible golpe que sufrió tras ser atropellado por un rival. Durante tres días, el paddock de Superbike esperó que pudiera salvarse, pero no fue así. El pasado 11 de octubre Dorna Sport y la FIM anunciaron el triste fallecimiento del piloto de 22 años, un fallecimiento que dará la oportunidad de vivir a otras cinco personas que han recibido algunos de los órganos de Víctor.
Desafortunadamente, la tragedia familiar no termina ahí. Su madre, Flora, también murió de un infarto, según medios holandeses. 48 horas después del último adiós a su hijo, el corazón de Flora van Limbeek, roto por el dolor, se detuvo repentinamente. Inútiles intentos de revivirla, la mujer murió a la edad de 59 años en Lathum. El padre y esposo Willem en estas horas vive un drama difícil de sobrellevar y que merece el apoyo de todo el mundo del automovilismo. Ante tal episodio, no hay más palabras que añadir.
Familiares invitan a todos a respetar el dolor: «A la familia Steeman le gustaría vivir este inmenso dolor en paz. Por lo tanto, nos gustaría pedir amable pero urgentemente a todos que respeten esta solicitud a través de este mensaje. Por lo tanto, la solicitud amistosa es no enviar boletos u otras atenciones a la dirección del domicilio en Lathum.“.