Quizás ha tardado un poco más de lo que el propio Diogo Moreira esperaba, pero otra pieza importante encajó en el GP de Indonesia. Las lágrimas durante el himno de Brasil hablan bien de alegría, de emoción, pero también de gran esfuerzo para lograr tal resultado. Una primera victoria histórica en Moto3, tanto porque es la primera de un brasileño en la categoría (incluida la era de 125cc) como porque Moreira ha retomado el hilo de su ilustre compatriota y descubridor Alex Barros. Además de MT Helmets-MSi, que debutó el año pasado en el Campeonato del Mundo y que celebra este bonito regalo de su piloto. Nada mal para un chico de 19 años, apenas su segundo año en el mundial y que lleva sobre sus hombros el peso de toda una nación, siendo su único representante en MotoGP.
Moreira los gobierna a todos
“Fue muy difícil llegar allí. Gracias a mi familia, a la gente que me rodea, a mi equipo”. Este es el comentario de un Diogo Moreira de muy pocas palabras, con los ojos brillantes y la voz quebrada por la emoción al final de la carrera en Mandalika. Probablemente no fue el año que esperaba después de lo que hizo en su debut en 2022, pero aun así llegaron los resultados históricos, con mucho esfuerzo y la misma motivación. A principios de año se consiguió el primer podio, al que siguieron muchas carreras difíciles, hasta que llegó el golpe, la primera victoria.
Justo al final de una carrera compleja, quizás más que todas las anteriores, ¡por la humedad y el calor! No olvidemos la ‘clásica’ batalla de grupos de Moto3, en la que Moreira participó activamente desde el principio y se puso en cabeza en las últimas vueltas. Fue el momento decisivo: sus adversarios intentaron por todos los medios arrebatarle ese récord, pero el joven brasileño resistió hasta la meta. Es una celebración, es la historia del paulista de 19 años que, después de muchos intentos, finalmente logró juntar todas las piezas y superar a sus oponentes de categoría.
El primero después de Barros
Ya hemos hablado de ello anteriormente por los pequeños resultados históricos ya obtenidos por Diogo Moreira. Alex Barros, aunque nunca obtuvo el título, sigue siendo el piloto brasileño más exitoso jamás visto en MotoGP. Y con el nuevo ganador en Mandalika hay un hilo conductor, en el sentido de que él mismo llevó a su pequeño compatriota del motocross a las carreras en carretera. Después de la primera pole y el primer podio, ambos resultados históricos, el legado de Barros volvió a recaer en Moreira en Indonesia. De hecho, en el GP de Portugal de 2005, el último triunfo de Barros en la categoría reina, faltaba una victoria brasileña.
Desde entonces, han pasado más de 18 años (era el 17 de abril de 2005) sin pilotos capaces de rugir en MotoGP, hasta esta joven promesa verde y dorada que Maverick Viñales ya apuntaba como posible piloto titular en 2022. La historia es una un poco diferente, pero recordemos que la mayoría de estos niños no emergen «al estilo Acosta», sino que necesitan su tiempo. Moreira sin embargo, con esfuerzo y determinación, se está abriendo camino en el Mundial. El año que viene estará en Moto2: ¿tal vez un poco antes, sin haber ‘completado el trabajo’ en Moto3? Mientras tanto, sin embargo, los ojos brillantes de Moreira hablan: una confirmación más de que Brasil tiene una nueva y joven promesa a la que prestar atención.
Foto de : MT Helmets-MSi