El reto está en las motos, pero también en el coche, donde el príncipe qatarí domina la escena mientras el coche eléctrico alemán traza el camino hacia el futuro
Es un Dakar de doble cara y no parece haber dudas al respecto. Si en motos el reto está más abierto que nunca, tanto que en menos de nueve minutos hay ocho pilotos para luchar por la victoria, en coches en cambio la situación parece estar más definida.
Después de siete etapas desde el inicio, Nasser Al-Attiyah tiene de hecho un margen de casi 45 minutos frente a Sebastien Loeb, primero de los perseguidores. El Príncipe de Qatar, con más de diez años de experiencia en el Dakar, parece realmente un zorro del desierto en tierra árabe al volante de un Toyota, tanto como para sembrar el pánico. Al mismo tiempo, el ex nueve veces campeón del mundo de rallies intenta arruinar lo que parece ser una fiesta anunciada por su rival local, Gazoo. Para un talento como Loeb, el examen es de esos con un grado de dificultad muy alto cuando solo quedan cinco etapas por terminar.
El caso es que este Dakar está desvelando varias ideas en la categoría de coches. Uno de ellos sin duda está representado porAudi, que presentó en la parrilla de salida el RS Q e-tron, que es el primer coche eléctrico en la salida de la historia de la competición.
Para la Casa de los Cuatro Anillos, el desafío en el desierto resultó ser una especie de carrera contrarreloj, ya que el auto llegó a Arabia sin siquiera tener a sus espaldas 10.000 kilómetros de pruebas. Sin embargo, el proyecto es ambicioso con el objetivo de desarrollar las tecnologías más innovadoras para transferirlas a futuros automóviles de producción. Ganar este Dakar será prácticamente imposible para Audi, ya que sus tres abanderados están cercenados de la victoria. A pesar de algunos inconvenientes relacionados con las penalizaciones y la fiabilidad, existen hallazgos particularmente interesantes, sobre todo la victoria de etapa capturada por Carlos Sainz, así como el rendimiento en los test individuales, que vieron al coche en estrecho contacto con los pisos superiores gracias a Sainz y Peterhansel.
Como decía Audi es sin duda una de las novedades más esperadas de este Dakar, que también ve en acción a un cierto Carlos Checa, en el debut en la competición. En la primera semana de carrera, el ex campeón de SBK entendió lo que significa emprender una aventura de este tipo llena de riesgos. Desgraciadamente para él su carrera quedó marcada después de apenas cuatro etapas, cuando volcó en las dunas, teniendo que quedarse quieto un día en el desierto. Afortunadamente, Carlos pudo partir con la intención de llegar a Jeddah y completar su aventura con la esperanza de volver a verlo el próximo año.
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