Todo comienza, todo tiene un final. El Dr. Massimo Corbascio fue uno de los pioneros de la Clínica Móvil, la vio nacer y trabajó en ella hasta 2016. Está profundamente ligado al “hospital de pilotos” pero no le sorprende especialmente la disposición de Dorna que desde 2023 expulsará del paddock de MotoGP. En los últimos años, el papel de la Clínica Móvil ha cambiado mucho y hoy es más un centro de fisioterapia que un lugar de tratamiento.
“Me enteré de la noticia el jueves por un fisioterapeuta: dice el Dr. Corbascio – No sabía nada al respecto antes. Nació en los años setenta, cuando realmente no había nada en los circuitos. Los primeros días habían sido difíciles, algunos hipódromos simplemente no querían dejarnos entrar. Construimos todo desde cero: llevamos camilleros, enfermeras y personal especializado a los hipódromos. Pero necesitábamos una ley o algo que pudiera legitimar de alguna manera su presencia”.
¿Se hizo?
“El entonces presidente federal Francesco Zerbi nos dio una gran mano y la obligación de tener la Clínica Móvil en las carreras se incluyó en el reglamento de la FIM. Al principio tenía un papel fundamental: en algunos casos podía salvar la vida de los pilotos y en la clínica se realizaban intervenciones muy delicadas. Al mismo tiempo, era un lugar familiar para los muchachos del paddock, actuando de alguna manera como madre y padre. Fue un punto de referencia fundamental”.
¿Ha cambiado el papel de la Clínica Móvil?
“Sí, radicalmente. Los circuitos cuentan hoy con su propio centro médico y algunos casos con un equipamiento verdaderamente puntero como el de Misano que tiene mejor equipamiento que el que puede tener la Clínica Móvil. Actualmente la gente acude allí para una radiografía, curas de rutina y sobre todo para fisioterapia. La Clínica Móvil ha terminado su tarea y ya no es indispensable como en el pasado. Los costos también son considerables para el personal médico y los viajes, incluso si los equipos pagan impuestos para tener este servicio. Probablemente en el Mundial ya no exista la conveniencia económica de mantenerlo parado como está”.
Entonces, ¿crees que es una cuestión económica?
“La Clínica Móvil todavía hace negocios. En mi opinión, quizás a los españoles no les gustó demasiado que este negocio, ligado sobre todo a la fisioterapia en el circuito, lo gestionaran los italianos, los españoles quieren echarle mano. Recordemos también la entrada del Dr. Xavier Mir hace unos años. Parece que la Clínica Móvil seguirá estando presente en Superbike pero ahí hay menos intereses y menos dinero”.
¿Qué queda de la Clínica Móvil?
“Ahora estoy retirado y tengo recuerdos maravillosos, he visto crecer a muchos jinetes, todavía siento a muchos de ellos: algunos de ellos eran mis hijos. La Clínica Móvil tal y como nació ha seguido su curso y estoy feliz de haber formado parte de ella hasta 2016, yendo a todos los circuitos y a las principales citas del automovilismo internacional. He vivido momentos maravillosos que siempre llevaré en el corazón”.