Desde que la Bol d’Or, la gran clásica del motociclismo de más allá de los Alpes, volviera al Circuito Paul Ricard de Le Castellet en 2015, se ha vuelto a proponer cíclicamente un tema. En concreto, las cuestiones críticas que representa la recta infinita del Mistral. Ni que decir tiene: con sus 1.800 metros, hasta 21 segundos consecutivos de gas a fondo y picos de velocidad superiores a 330 (incluso 350…) por hora, la recta que lleva a Signes es el tramo más característico y con más adrenalina del circuito francés. . Sin embargo, siempre ha puesto a prueba las motos durante la carrera de 24 horas, además de implicar cuestiones de seguridad. Casi todos los años, por tanto, se ha discutido sobre si mantener o no el Mistral para la Bol d’Or y, a la luz de lo ocurrido durante la edición del centenario, vuelve a ser un tema de actualidad.
EL BOL D’OR EN LE CASTELLET
La Bol d’Or hizo escala en Le Castellet de 1978 a 1999, para luego volver en 2015 con un contrato entre las partes (Circuit Paul Ricard y la promotora del evento Larivière Organisation) que vence en 2023. Tras la cancelación de 2020 por la causa del COVID -19 de emergencia, la edición de este año que celebró el centenario de la carrera marcó el récord de público en los últimos tiempos, registrando (fuente oficial) 82.000 espectadores. Desde este punto de vista, por lo tanto, no hay preocupaciones sobre el hecho de que Le Castellet todavía podría representar el «casa” del Bol d’Or. Más aún después de que el circuito buscado por Paul Ricard perdiera la Fórmula 1.
EL ENCANTO DEL MISTRAL
Le Castellet ha sido aprobado para albergar el FIM EWC, con la presencia contigua de la recta Mistral en su totalidad. Sin chicane, práctica de carrera de autos (incluida F1). En todas las ediciones de la Bol d’Or celebradas en Paul Ricard siempre ha sido así. En los últimos años, tanto por las locas velocidades alcanzadas como por unos pocos episodios, se ha discutido sobre si mantener estos 1.800 metros consecutivos de recta.
ENTRE ACCIDENTES Y PROBLEMAS DEL MISTRAL
Se habló de ello por primera vez en 2017 cuando, debido a la explosión de un neumático, Marvin Fritz (YART Yamaha) se estrelló a 319,5 km/h en los Pré-Test oficiales, saliendo milagrosamente ileso de este choque. En 2019 se volvió a hablar de ello después de que, debido a un auténtico aguacero, las motos hicieran aquaplaning a muy baja velocidad, lo que provocó la interrupción prolongada de la competición. Ahora la fiesta de «No Mistralha vuelto a alzar la voz por otro motivo: los numerosos problemas técnicos y motores KO de las motos oficiales inscritas durante la última edición.
BICICLETAS AL LIMITE
Cierto, muy cierto, basta pensar que 5 de los 6 equipos oficiales que participan en el FIM EWC tuvieron problemas de motor en la Bol d’Or 2022. Algunos de ellos, incluso en las primeras horas de carrera. Mira a Yoshimura SERT Motul Suzuki, fuera de contienda con humo de motor después de 1 hora y 4 minutos de carrera. Hay que decirlo: no un mirador, sino trivialmente»esto es resistencia“. Esto también es parte del juego y está en la naturaleza y esencia de las carreras de motos de resistencia.
LOS CONTRA-MISTRALES
Como hemos informado anteriormente, se ha planteado en las oficinas competentes de la FIM la posibilidad de permitir que los equipos reemplacen los motores durante la carrera en curso, precisamente siguiendo lo ocurrido en el Bol d’Or. Propuesta devuelta al remitente por los mismos equipos, contrariamente a la desnaturalización del concepto de carreras de Resistencia y un (inevitable) aumento de costes. Si esta propuesta no tiene futuro, en la última reunión de la FIM Road Racing Commission se habló de intercalar el Mistral con una chicane en un futuro próximo. Esta vez no por motivos de seguridad, sino para preservar (en lo posible) la fiabilidad de las motos en carrera. ¿Habrá una secuela o habrá un… botín?