La Bol d’Or es una agotadora maratón de 24 horas, este año aún más tensa que nunca porque premiará el Campeonato del Mundo de Resistencia. Si Honda FCC, BMW Motorrad (salió desde la pole), Yamaha Yart y Suzuki Yoshimura lo logran, competirán por unos pocos puntos, por lo que el veredicto será una cuestión de fiabilidad y consistencia, así como de rendimiento. Le Castellet, en el sur de Francia, es un circuito exigente, con la recta Mistral de 1.800 metros de longitud, donde las mejores motos alcanzan una velocidad de 330 km/h. El desafío es largo, pero hay quien lo ha comprometido tras un puñado de vueltas. Ducati, que el año pasado estuvo en cabeza hasta pocas horas antes del final, este año se retiró apenas una hora después de la carrera, debido a una desastrosa caída de Xavi Forés.
El español tropieza en la segunda vuelta
La carrera comenzó a las 15.00 horas del sábado, como es tradición, con la pista húmeda y con una elección de neumáticos muy complicada. Ducati ERC, equipo satélite con un fuerte apoyo de la empresa matriz, ha confiado el primer turno a Chaz Davies, todavía querido por los aficionados por su pasado en Superbike. El galés estuvo sensacional y devolvió a la Panigale V4 R la cabeza de un pelotón agitado por los cambios de neumáticos muy tempranos. Lo dejó en manos de Xavi Forés, flamante campeón de MotoAmerica Supersport, de nuevo con Ducati. Pero en la segunda pasada por la última curva se salió volando, provocando graves daños a la moto. Fin del sueño, el Bol d’Or también es esto.
¡Niccolò Canepa súper mojado, con slicks!
La salida se ha realizado sobre una pista muy húmeda, lo que ha complicado la elección de neumáticos. Algunos optaron por la lluvia, otros tantos por la intermedia. Yamaha Yart, por el contrario, ha corrido un gran riesgo: ¡lanzar un ataque al Campeonato del Mundo con neumáticos slicks! “Cuando vi en la parrilla que, una vez quitados los calentadores, éramos los únicos, tuve algunas dudas” dijo Niccolò Canepa. “De hecho, las primeras vueltas fueron difíciles, luego cogí mi ritmo y llevé la moto a casa sin cometer errores”. Una auténtica magia, que permitió a Yamaha Yart ganar entre 30 y 40 segundos a sus rivales directos: Honda FCC TSR, Yoshimura Suzuki y BMW, de hecho, se detuvieron después de algunas vueltas para pasar de lluvia a slick. La carrera es larga, pero una escapada de este tipo puede ser decisiva. Será una noche larga para los pilotos, pero no sólo. Así es como los ingenieros afrontan la fatiga y los obstáculos del Bol d’Or: la historia de la Yamaha electrónica Massimo Neri.
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