De los Juegos Olímpicos a los hipódromos. Arturo Di Mezza fue durante muchos años uno de los más grandes caminantes del mundo. En 1996 estuvo cerca del podio en los 50 km marcha de los Juegos Olímpicos de Atlanta, consiguiendo el cuarto puesto, el mejor resultado de su brillante carrera. Ya mientras competía también trabajaba como preparador físico. Licenciado en Derecho y en Ciencias de la Actividad Deportiva y del Motor, Arturo Di Mezza es un punto de referencia para muchos conductores. En el pasado ha colaborado con muchos: entre ellos Jorge Lorenzo, Fabio Di Giannantonio, Romano Fenati, Danny Kent, Yari Montella… Sigue siendo el preparador físico de Raffaele De Rosa y Simone Corsi y también es la referencia de la Speed Arriba equipo. Ha escrito un libro dedicado a la formación deportiva de los pilotos y es profesor de la Escuela del Deporte CONI.
Arturo Di Mezza, ¿cómo te acercaste al mundo de los motores?
“Al final de mi carrera como atleta profundicé mis estudios en biomecánica del motociclismo y quise pasar de la teoría a la práctica”.
¿Se hizo piloto?
“A nivel amateur. Gané tres veces el Campeonato Regional de Supermoto, competí en Motocross y velocidad participando en varios trofeos. Logré buenos resultados en el Superduke, en el Trofeo Ninja 600 y entre los mayores de 40 también gané títulos. Sin embargo, las mayores satisfacciones vinieron de los jinetes que entreno. Lancé a muchos muchachos que luego se convirtieron en campeones. Entre estos Diggia que vino a mí cuando estaba haciendo el CIV”.
¿Recuerdas algún episodio en particular?
“Danny Kent se mudó a Campania durante seis meses para entrenar conmigo y tomó una casa en Secondigliano, a un kilómetro de donde filmaron la película Gomorra. El que vivía cerca de Stonehange vino para quedarse en el interior de Nápoles y también se encontró muy bien. Por lo demás, he colaborado con muchos”.
¿Difiere mucho el entrenamiento atlético a lo largo del año?
“Espero siete ciclos de preparación por separado durante el año, en función del período y sin descansos durante la temporada, pero solo al final del campeonato. Me importa mucho la suavidad y la resistencia. Los pilotos que vienen a mí suelen ser rápidos desde la primera hasta la última vuelta y durante todo el fin de semana. Además, son de larga duración. Deportivamente, De Rosa y Corsi todavía están en buena forma, aunque no sé nada más sobre los niños. Además, cada corredor tiene su propio programa específico, en función de la edad, el campeonato en el que participa y las lesiones que ha tenido. La postura sobre la moto es fundamental y también hacemos muchos ejercicios en este aspecto».
Como deportista que ha participado en unos Juegos Olímpicos, ¿qué valores intentas transmitir a los pilotos?
“Tenía que disparar todos mis cartuchos cada 4 años y ese día tenía que darlo todo. Los pilotos tienen muchas más carreras pero hay que vivirlas en la misma moto, dando siempre todo lo que tienen. Tienen que afrontar cada carrera con la máxima concentración y esfuerzo físico”.