De los primeros test colectivos del Campeonato del Mundo de Superbikes 2023 celebrados en Jerez surgieron muchos puntos de interés. Múltiples temas e historias que contar, para lo que promete ser una de las temporadas con mayor nivel general de titulares que se recuerda. Los sospechosos de siempre allí frente al son de temponi, ilustrísimos ‘debutante‘ (ver Aegerter y Petrucci) inmediatamente protagonistas, fabricantes altamente equipados. Superbike está entrando en la era de la electrónica y, nos guste o no, esto debería garantizar espectáculos en la pista. ¡Qué maravilloso! Qué feo es también notar que uno se va de Andalucía hablando exclusivamente (o casi) de las broncas entre Álvaro Bautista y Ana Carrrasco. Dos campeones del mundo de motociclismo que no dijeron nada, lógicamente acaparando la atención mediática. Un teatro muy evitable, poco edificante para el motociclismo y para los directamente implicados.
ALVARO BAUTISTA VS ANA CARRASCO
Para los pocos que se perdieron la diatriba, hagamos un breve resumen. Durante el día inaugural de pruebas, Bautista y Carrasco se encontraron en la pista en la primera y segunda curva. Álvaro con la última Ducati Panigale V4 R Superbike, Ana con una Yamaha R6 Stock, esta última entrenando. El Ducatista terminó en el suelo, encontrándose frente al motociclista del Campeonato del Mundo de Moto3 en cámara lenta. “Debería funcionar con aficionados: es demasiado lento“, la observación de Bautista. “No inventes cuentos de hadas: ¿lo dices solo porque soy mujer?“, la contrarrespuesta a través de las redes sociales de Carrasco. Mal así. De hecho, muy mal.
LOS HECHOS
Mientras que Danilo Petrucci nos habló de “ser feliz«tú»Conducir como les gusta» después «Perder tu sonrisa en 2021” creando el mejor comercial posible en el Campeonato Mundial de Superbikes, en contraste, Ana y Álvaro fueron los artífices de esta polémica evitable. Donde, para todos los efectos, solo ellos saben lo que realmente sucedió. Nadie la ha visto, por lo que las posteriores reconstrucciones (algunas por sesgo) dejan el tiempo que encuentran. Un poco de teatro sí, decididamente divisivo. Sin quitarse el pañuelo, algunos fans (e incluso insiders..) se han puesto abiertamente del lado de uno u otro solo por gustos/disgustos personales. Para un episodio donde nadie sabe, nadie ha visto y, legítimamente, solo se debe discutir el mérito de las palabras expresadas y por qué, en Anno Domini 2023, las motocicletas de diferentes categorías todavía se conducen todas juntas apasionadamente.
EL PROBLEMA ESTÁ ARRIBA
Este es de hecho el problema de partida. Sobre el fondo, Álvaro Bautista tiene razón, independientemente del episodio en cuestión. Las Superbikes del Mundial de hoy viajan en tiempos de MotoGP. Ana Carrasco (pero no sólo ella), con una Stock 600 a unos diez segundos. Si ya en la clasificación de MotoGP/Superbike, hay una discusión regular sobre encontrar pilotos más lentos en la trayectoria completa, y mucho menos en una prueba privada con motos de diferentes categorías en acción. Con paladas de segundos de diferencia de rendimiento entre ambos. Sin embargo, la culpa no es de Ana, sino de quienes la hacen rodar junto a los monstruos de la Superbike 2023. Ella y no solo ella. David Muñoz, cuya velocidad todos reconocemos, montó la misma bicicleta relativamente un poco más rápido que su compañero de equipo (baila 1″ como mejor, un par “al paso«). Incluso Yuta Okaya, novato este año en Supersport, no viajaba mucho más rápido que ellos. Y hablamos de un ganador de carrera en el Campeonato del Mundo de Supersport 300, que incluso fue capaz de sobresalir en la categoría Superstock en las 8 Horas de Suzuka el año pasado con la Kawasaki oficial (1000).
LA INFELIZ SALIDA DE ALVARO BAUTISTA
Álvaro Bautista tiene toda la razón en el fondo, no en la forma. Expresar, refiriéndose a Carrasco, “Que debería correr con los aficionados.“, para un motociclista profesional representa una fuerte acusación. Una ofensa en referencia a una Campeona del Mundo de Supersport 300 (2018), piloto dueña del Mundial de Moto3 con, en su anterior interludio, incluso un top-10 (octava en Valencia 2013). Gol conseguido en la única temporada en la que, a todos los efectos, corrió con una moto y un equipo de primer nivel.
ANA CARRASCO SE HA EQUIVOCADO A SU VEZ
Por su parte Ana Carrasco, en su «bomba de tubo” a través de las redes sociales, exageró objetivamente. Tíralo al sexismo («¿Dices amateurs porque soy mujer?“) es de una inoportuna indiferencia por una embajadora del movimiento motociclista rosa de su calibre. Más aún en referencia al dos veces Campeón del Mundo de Superbikes y 125cc. No es precisamente el tema más adecuado para tal acusación, por hechos reconocidos por todos. En el pasado reciente, ayudó y entrenó directamente con María Herrera, por lo tanto, no es realmente un modo de operación de aquellos que quieren traer la diatriba sobre el sexismo.
LA LECCIÓN APRENDIDA DE ESTE EPISODIO
Este pequeño teatro muestra una falta de respeto mutuo entre dos campeones del mundo y, en consecuencia, embajadores de este deporte. Claro: hemos visto y oído cosas peores. Un poco de «pepeA veces no duele, pero no en esta circunstancia. Por la notoriedad y el valor universalmente reconocido de los dos sujetos involucrados, quienes ciertamente podrían haber evitado esta disputa en las redes sociales. Vamos, sois dos campeones del mundo: hablad, explicaos, encontraréis un punto en común. Sois dos profesionales del motociclismo y, mirad la foto de apertura, incluso compartís gestos para celebrar vuestros respectivos éxitos mundiales…