Simone Saltarelli está tratando de curar cada herida, física y mentalmente. El piloto de Marches es un león y no se rinde. Desde su cama de hospital lucha y ya ha comenzado a ascender. Simone Saltarelli, recordemos, se vio envuelto en un accidente en la última carrera del Trofeo Nacional 1000 en Imola, cuando estaba en plena batalla por el título. En 2022 subió cuatro veces al podio, llevándose una victoria, un segundo lugar y dos terceros.
Simone, ¿cómo estás?
“Todavía estoy en el hospital en Imola. Ayer lunes hice una visita para descartar daño en el bazo para que el miércoles o a más tardar el jueves me puedan trasladar al Hospital de Senigallia donde tendré a mi lado a mis médicos, mi fisioterapeuta y mi familia que podrán Quédate allí más tiempo Vecino. Lamentablemente, también salió una lesión en el bazo pero parece haberse resuelto sola. Pero tuve que quedarme en Imola más tiempo del esperado, para observación. El hombro dislocado en el circuito se ha vuelto a colocar perfectamente. No tengo lesiones y solo tengo que mantenerlo cerrado tres semanas y luego empezar la rehabilitación”.
¿Empiezas la rehabilitación ahora?
“Comienza la recuperación en Senigallia. No tengo lesiones graves en las vértebras pero igual tengo que tener cuidado para hacer movimientos y esfuerzos”.
¿Cuál es el tiempo?
“Lorena Sangiorgi, la médica de los conductores, pronostica que serán tres o cuatro meses por lo que tengo por delante un invierno muy movido”.
En el momento del accidente estabas en plena lucha por el título, ¿pesa aún más?
“¡Lástima que la temporada terminó así! Me había ido muy bien y acabar así por un accidente de carrera, con un error que no es mío, me duele. Tengo 37 años, los sacrificios son muchos y después de todo el esfuerzo que hemos hecho es que al equipo le hubiera gustado terminar de otra manera. El equipo es completamente joven y en dos años hemos llegado a lo más alto”.
¿Estás mirando hacia el futuro ahora?
“Ahora el objetivo es recuperarse lo antes posible y volver a estar en forma como antes, con la ilusión de volver a serlo”.
Foto Salvatore Annarumma